REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 3 de Octubre del 2019
"VAMOS, LA COSECHA ES ABUNDANTE PERO LOS OBREROS SOMOS POCOS"
El Evangelio de hoy tomado de Lc 10. 1-12 es como una carta de navegación para quienes estamos dispuestos a seguir y entregar la vida al servicio de la Misión a la que nos llama Jesús.
El Evangelio nos muestra que Jesús envía no de uno en uno, ni de dos en dos en esta ocasión, sino a un número considerable de discípulos que permanecían firmes en su caminar y que habían visto sus obras y como Él, con toda autoridad, proclamaba el anuncio de la llegada del Reino de Dios a toda la humanidad.
Jesús le denomina a esos setenta y dos seguidores, un nombre especial: Misionero; y les pide ir a esos pueblos y ciudades adonde pensaba ir. Y les decía: " La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los campos que envíe trabajadores para su cosecha. Vayan, que yo los envío como ovejas entre lobos. No lleven bolsas, ni alforjas ni sandalias." Lc 10. 2-4.
Jesús nos advierte hoy sobre la importancia de la oración y ello hay que hacerlo cuantas veces estemos dispuestos a iniciar y/o al estar inmersos en el desarrollo de la misión o actividad que desarrollemos; porque en ellas, estaremos como ovejas en medio de lobos y en acecho del demonio que está patente en el mundo.
Jesús nos pide que en todas las cosas que hagamos debe estar en nosotros la disposición de colocarnos en las manos del dueño de la mies, que es nuestro Padre Dios.
Miren, un misionero muestra en su entorno, lo que su corazón siente cuando en él arde la llama del Amor por el Salvador.
Siempre estará dispuesto a entregar lo que en su mente y su corazón experimenta de ese conocimiento sabio que Jesús le enseña, no solo de palabra sino con hechos propios, de su vida (Testimonio).
Nunca el discípulo estará abierto al fracaso, ni a las frustraciones porque en su servicio no ha logrado el cometido, No!!! antes por el contrario Ah de estar siempre consciente de su fragilidad y que en Dios, el dueño de la mies encuentra la gran Fuerza y su mayor Fortaleza.
Cuando un discípulo de Jesús es Enviado a la Misión no debe someterse a ninguna distracción, ni ah de llevar consigo sus preocupaciones diarias; antes por el contrario, debe estar siempre dispuesto a insertarse en los pueblos y ciudades con la conciencia plena, que el fue escogido y enviado a preparar un lugar para que el Maestro pueda llegar alli a descansar.
Preguntémonos: ¿Cómo estoy viviendo ese compromiso al discipulado que Jesús me llama? ¿ Soy un discípulo orante y comprometido?
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ilumine nuestros pensamientos y el corazón para que tengamos la capacidad de entender, aprender e interpretar la Palabra y así, empezar a direccionar la vida de ser esos discípulos efectivos que necesita el mundo de hoy.
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Te invito a que multipliques la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
posted by Laureano García Muentes at 7:26 a.m.