Miércoles 25 de Septiembre del 2019
"LOS ENVÍO COMO CORDEROS EN MEDIO DE LOBOS"
Gracias Padre Dios por regalarnos cada día la grandeza de tu Amor. Hoy nos hablas a través de tu Palabra y de esta hermosa naturaleza que creaste, para que en ella, construyamos cada día nuestra casa común con toda confianza y mucha felicidad.
"Pero ahora el Señor, nuestro Dios nos ha concedido un momento de gracia, dejándonos un reto y de darnos un refugio en su lugar santo, dando luz a nuestros ojos y concediéndonos respiro en nuestra esclavitud" Esd.9. 8.
En el Evangelio de hoy tomado de Lc 9.1-6, Jesús, que conoce todo de nosotros desde el seno de nuestras madres, nos llama y nos confía como a sus amigos predilectos la Misión de llevar a todos los lugares del mundo, sin importar razas, clases sociales y religiones, el mensaje de la Salvación.
Jesús, ha ido demostrando en su vida pública, de pueblo en pueblo su Autoridad para expulsar demonios, curar las dolencias que enfrían y paralizan al hombre y anunciar un Reino de Dios muy cercano a la humanidad; y esas actitudes y seguridades nos las transmite con toda confianza.
Pero... Él, que nos conoce y sabe de nuestras ligerezas por el salir rápido y hasta correr; nos prepara y nos advierte que nos envía al mundo “como corderos en medio de lobos”, es decir, que nos previene de los serios peligros que podemos encontrar en un mundo plasmado de maldad, odio y egoísmos que parecen una manada de lobos feroces que han sido adiestrados por el demonio.
A simple vista, como allí se contempla, podemos pensar que la imagen de esa misión es fuerte, pero... sucede que los corderos, que el escogió para llevar la Luz al mundo, deben confiar no en su propia fuerza, sino en el poder de Dios.
Él nos da todas las instrucciones que son muy precisas: no lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias. O sea, nos envía desprovistos de todo lo necesario desde el punto de vista humano.
Jesús, nos pide no perder la confianza en Él, a que nos arriesgamos ante todo peligro a insertarnos en lugares, pueblos y ciudades para llevar su Palabra que alimenta hasta saciar, que curemos enfermedades del alma y del espíritu y; les acompañemos y defendamos enseñándoles a salir adelante y mejorar su calidad de vida superando el miedo y la tibieza
Así que la visión evangelizadora del discípulo del maestro es amplia: Dar a Conocer al Único Dios Verdadero y a su Enviado Jesucristo el Salvador del mundo Jn.17.3 proclamando en todo tiempo y lugar la cercanía del Reino de Dios superando todos esos criterios que separan y excluyen al hombre.
Preguntémonos: ¿Como venimos realizando la Misión que he recibido del Maestro?
Pidámosle Espíritu Santo que nos ayude a ser esos discípulos efectivos para el mundo de hoy.
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Te invito a que multipliques la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
posted by Laureano García Muentes at 8:59 a.m.