viernes, septiembre 13, 2019

REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
          Viernes 13 de Septiembre del 2019                
"¿PODRÁ UN CIEGO GUIAR A OTRO CIEGO?"

Señor, una vez más estamos aquí para alabarte y dar gracias por tus bondades. Bendice este día que vamos a vivir, el que realizaremos de acuerdo a tu Voluntad. 

"Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo?" Lc 6.39.

El seguimiento a Jesús nos exige conversión y cambio total en nuestras vidas, lo que vale decir, nacer de nuevo.

Remontémonos al pasaje del encuentro de Jesús con Nicodemo. Él, después de escucharle sus deseos de seguirle para lograr así alcanzar entrar al Reino de Dios, le dice: " En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios" 
Jesús le conocía y sabía cuál era su proceder: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes esto? Yo te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio". Jn 3.5. 7-15 

Hoy el Evangelio de Lc 6.39-42 nos ha de situar en la necesidad que hemos de tener para convertirnos en guías verdadero de Jesús; y así, ser multiplicadores de sus Palabra en el mundo: "La Instrucción y la Formación"

Mediante esta metodología logramos ser responsables de nuestros actos porque con la instrucción y la capacitación podremos alcanzar el saber de los principios que nos ayudarán a revelar a otros el testimonio de la vivencia del Evangelio y nuestra nueva experiencia de vida, esa que logramos alcanzar con fidelidad nuestras creencias y convicciones. 

"El discípulo no es más que el maestro; cuando haya sido instruido, será como su maestro" Lc 6.40.

Hoy tenemos la oportunidad de examinar nuestras vidas la manera como estamos realizando la Misión evangelizadora que hemos recibido por parte de Dios en nuestros bautismos. 

Preguntémonos: ¿Estoy aún ciego en espíritu y en verdad para enseñar y guiar a otros en el camino de la salvación?
¿Estoy siendo testigo de vida nueva para otros?

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a ser coherentes y a que no estemos constantemente mirando en otros las vigas que tienen en sus ojos, sin antes mirar las que tenemos en los nuestros. 
 
posted by Laureano García Muentes at 2:23 p.m. | Permalink |


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