REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Jueves 12 de Septiembre del 2019
"SED COMPASIVOS Y MISERICORDIOSOS."
Bendito y alabado seas por siempre Señor!!! Hoy estamos aquí Señor, para darte gracias por la vida que nos regalas y porque te sentimos en medio de la naturaleza que apreciamos. Tú eres generoso con nosotros.
"La Palabra de Cristo habite en nosotros con toda su riqueza; instrúyanse y anímense unos a otros con toda sabiduría..." Col 3.16.
La Palabra de Dios es la fuente principal de la vida, a través de ella, Dios emana hacia nosotros la sabiduría y las gracias para realizar una vida sana y armoniosa.
Hoy San Pablo en Col 3.12-17, igualmente como lo hizo con los Colosenses nos exhorta a instruirnos y animarnos unos a otros con esa mansedumbre, esa paciencia, esa compasión y amabilidad con la que Dios nos transmite su Palabra día a día para que alcancemos esa plenitud de vida que el desea de nosotros.
En el Evangelio de hoy tomado de Lc 6.27-38 Jesús recalca la importancia del Amor entre nosotros, el cual se logra mediante el intercambio de la generosidad, el perdón, la reconciliación y la humildad.
Cuando existe la divergencia de los unos con los otros, ese alejamiento paulatino produce la ansiedad, la angustia y la negatividad fuentes que emanan y que conducen a la destrucción de la vida familiar y social; y que pone en riesgo total, la amistad.
En cambio cuando existe la unidad se construye con seguridad la vida en fraternidad, se cultiva el amor y se construyen murallas o barreras para disolver todo lo que contribuya a destruir la subsistencia de la unión.
Quienes seguimos el camino del Amor representado en Cristo Salvador, somos conscientes de que nuestro llamado o elección proviene de Dios; y que es para nosotros algo privilegiado, porque nos saca del mundo para ser consagrados, amados y revestidos de sentimientos que provienen del Amor de Dios.
Que estas motivaciones extraordinarias que nos regala la Palabra diaria nos haga valiente guerreros que caminan por el mundo multiplicado la riqueza del Amor y la Sabiduría de Dios.
posted by Laureano García Muentes at 6:27 a.m.