martes, septiembre 17, 2019
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Martes 17 de Septiembre del 2019                
"¡¡¡MUCHACHO, LEVÁNTATE!!!"

El Señor Jesús, permanece junto a nosotros y nos da las fuerzas necesarias que necesitamos para seguir adelante como valientes guerreros. No nos desanimemos Él está con nosotros.

"Al verla, Jesús sintió compasión y le dijo: No llores. Se acercó al féretro y los portadores se detuvieron. Entonces dijo: Muchacho, yo te ordeno, levántate." Lc 7.13-14.

Hoy el Evangelio que está tomado de Lc 7.11-17 nos narra un episodio donde Jesús iba acompañado por sus discípulos y un gran  gentío hacia la ciudad llamada Naín. Al acercarse a la puerta de entrada a la ciudad vio que sacaban por ella a un muerto, hijo único de una viuda.

Algo muy interesante sucede. Jesús estaba acompañado no solo de sus discípulos, sus amigos más cercanos, sino también de un gran gentío que le seguía, algunos porque sentían atracción por su Persona y sus Palabras y otras, porque querían ver sus proezas y milagros o porque tenían la misión de chismorrear para ir después donde las autoridades para acusarlo. 

Él, les demuestra a ellos, que su Amor está por encima de todo y siente compasión frente al dolor que ocasionan las adversidades.

Se enfrenta a un drama: Un Muerto que es hijo único de una Viuda

Madres de hoy y de ayer que han vivido en carne propia situaciones difíciles: El abandono de sus maridos  por la búsqueda de placeres, pobreza espiritual y sentimental cuando no encuentran una voz que les de aliento para salir adelante, que sufren el dolor por ver a sus hijos metidos en el vicio de las drogas y en situaciones extremas de robo, crímenes, etc.

Hijos muertos cargados por los allegados que viven el dolor de las madres viudas.

Cuantas cruces acuesta llevan muchas madres y padres de hoy, por la rebeldía de ir por los buenos caminos que le señalan sus padres. 

Jesús siente compasión y sin mediar palabras frente al dolor, toca el féretro y le dice al muchacho "LEVÁNTATE".

Jesús nos deja claro hoy a quienes vamos detrás de Él (quienes escoge y llama), que ante el dolor de muchas gentes hay una única manera de proceder: SENTIR EL AMOR Y LA COMPASIÓN

¿Cuantos esperan de nosotros para recibir aunque sea una voz de aliento?

"El muerto se incorporó y empezó a hablar. Jesús, se lo entregó a su madre y todos quedaron sobrecogidos y daban gloria a Dios." Lc 7.15-16.

¿Cuantos milagros podemos realizar con la ayuda del Espíritu Santo solo para llevar a Dios almas perdidas?

Jesús nos dejó esa herencia  perenne, pero requiere ver en nosotros el compromiso serio y decisiones firmes que demuestren una Identidad plena con Él. 

¡¡¡Atrevámonos!!!

 
posted by Laureano García Muentes at 6:21 a.m. | Permalink |


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