sábado, septiembre 14, 2019
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
         Sábado 14 de Septiembre del 2019                
"EL HIJO DEL HOMBRE SERA ELEVADO"

Señor, cada día tu nos abres la puerta que nos conduce a un camino seguro. Tú nos has ofrecido tu compañía para no desfallecer en medio de las tribulaciones que nos ofrece la vida. Ayúdanos, protegemos y acompáñanos siempre. 

Hoy celebramos en la Iglesia la Exaltación de la Santa Cruz, una fiesta donde honramos y veneramos la cruz en la que fue crucificado Jesús.

SS el Papa San Juan Pablo II decía: "En la cruz se muere para vivir la verdad, la libertad y el Amor".

El Evangelio de hoy tomado de Jn 3.13-17 nos narra un aparte de ese encuentro de Nicodemo, ese maestro de Israel que quería seguir a Jesús a fin de lograr alcanzar el Reino de Dios.

Jesús le fue muy claro en sus Palabras y le recordó ese pasaje que narra la experiencia vivida del pueblo que vivía extenuado de tanto caminar por el desierto pasando hambre, sed y solo comiendo pan insípido.
Ellos, llenos de rencor ofendan a Dios y a Moisés porque, según ellos, los habían sacado de Egipto para que murieran en el desierto.

"Dios, envió contra el pueblo serpientes venenosas que los mordian, y murieron muchos israelitas" Núm 21. 6

Cuando escuchamos hablar de las serpientes, nos asustamos porque sentimos  hacia ellas un gran temor; pero hoy la Palabra nos centra en esa petición de salvación que le hizo Moisés al Señor y que Él, para calmar al pueblo de sus ansias, quejas y murmuraciones, le respondió: "Has una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: Los mordidos de serpientes quedarán sanos con solo mirarla" Núm 21.8.

Jesús se anticipa a los acontecimientos y como ocurrió con Nicodemo nos da hoy a entender que Él al ser levantado como la serpiente en una Cruz, no fue para morir eternamente, sino para darnos vida abundante en donde prevalecerá la verdadera libertad y el verdadero amor: *La Vida Eterna.

Y es que la vida nos hemos venido acostumbrando a vivir sometidos a las necesidades del tener para saciar nuestros gustos, a las murmuraciones dañinas hacia nuestros hermanos, a quejarnos y protestar constante sobre cosas insignificantes y con ello, nos apartamos de la voluntad amorosa de Dios para con nosotros quien quiere darnos libertad y esperanza. 

Por ello, hoy leemos en la Palabra estos textos:

"Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo,  sino para que el mundo se salve por medio de Él." Jn 3.17. " Por eso Dios lo exaltó y le concedió un nombre superior a todo nombre, para que, ante el nombre de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, la tierra y el abismo; y toda lengua confiese: ¡Jesucristo es el Señor!." Fip 2.9 

¡¡¡EN LA CRUZ SE NACE A LA ESPERANZA!!!, ¡¡¡EN ELLA, Y BAJO SU SOMBRA, SE CONSTRUYEN LAS GRANDES OBRAS!!!
 
posted by Laureano García Muentes at 7:16 a.m. | Permalink |


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