REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Lunes 1 de Octubre del 2019
"JESÚS RECHAZA EL ODIO Y LA VENGANZA"
Tú amor Señor por nosotros es incomparable!!! Gracias por ser así. Tú a pesar de nuestras desavenencias estás siempre dispuesto a abrir tus brazos y perdonar.
El Evangelio de hoy tomado de Lc 9.51-56 nos presenta una reacción de dos discípulos de Jesús (Santiago y Juan) después de ir como mensajeros a un pueblo (Samaría) y no fueron recibidos como ellos, se creían que podían ser recibidos: con vanagloria y con alturas, por ser discípulos del Maestro y creerse estar quizás, en un nivel o categoría superior a los demás.
Jesús rechaza el odio y venganza porque ellas no son propias de una persona que toma la decisión (que le inspira el Espíritu Santo) para seguir al Maestro y que no sabe, que el Espíritu los mueve.
En este Evangelio se nota la impaciencia de los discípulos cuando al regresar de su gestión misionera, le quieren rendir cuenta de lo realizado a Jesús.
Miremos algo: Somos impacientes, celosos, envidiosos… Y en algunos momentos parece que hemos superado estos vicios, pero la realidad otra; siempre volvemos a ellas, y estas, se convierten en una cruz que debemos cargar.
Si!. Una cruz que hace sufrir no sólo a los demás, sino también a nosotros mismos.
Jesús en unas de sus charlas con los discípulos, les pide: "Ser pacientes, Compasivos y Misericordiosos". Él rechaza de plano El Fanatismo y la Violencia.
Jesús nos instruye en el caminar de la vida para ser Esos discípulos Efectivos para el mundo de hoy que llevan en su poder como arma, la Palabra de Dios como un fuerte bien cimentado sobre roca firme, que instruye y alimenta el alma. Está, es la mejor herramienta que hace germinar el Amor, la Compasión y la Misericordia.
Hoy Jesús colocando su mano sobre nuestros hombros y mirándonos fijamente a nuestros ojos, nos pregunta: Como nos sentimos al seguirle y cuando siento que al ir a realizar un trabajo pastoral o de evangelización, regresamos frustrados y decepcionados porque no logramos alcanzar lo que en nuestras mentes creíamos?
¿Después de vivir esas experiencias, como es nuestro trato con esas personas que han rechazado mi labor de evangelización?
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a vivir con ansias la propuesta del Salvador y como antorchas encendidas, demos luz al mundo con esa misma entrega desinteresada que nos muestra Jesús.
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Te invito a que multipliques la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.