NO PERDAMOS LA
CONFIANZA EN DIOS
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga8AQJZU3eFTv_RzZo1szCYnYDtsqOEbUdTrO2KKymM_0Xy3wVoicaAW43p8lRPemZNSl4xKbjg_zIEMO6-2NRUqtH8LO9DA5Q8qD5zq-4lYE30FTednsKxP7x8m1zUAvEfZQexg/s320/propositos%5B1%5D.jpg)
Efesios.4.17-32
Vamos a iniciar el último mes del año 2.012 y se
inicia con él, el tiempo para evaluar, reflexionar, agradecer, perdonar y
despedir de nuestro corazón todo aquello que nos ha atado y que no ha permitido
avanzar para cambiar y tomar decisiones contundentes a fin de iniciar el camino
tras las huellas de Jesús Salvador.
En verdad, nos hemos venido acostumbrando a vivir
la vida de manera acelerada y vamos olvidando lo fundamental, que es amar a
Dios, a nosotros mismos y a todos los que viven y están a nuestro alrededor.
Nos empeñamos solo en “hacer” y olvidamos el “para que” estemos realizando las
cosas.
No nos detenemos y no nos sentamos a analizar el
tiempo trascurrido; evaluando nuestras vidas para así, aprender de nuestros
errores y ver las posibilidades de mejoras para continuar la vida hacia
adelante.
Frente a este escenario la iglesia nos propone cada
año un tiempo de “Adviento” que significa preparación para recibir y hacer
centro de nuestras vidas al Señor en nuestros corazones. Esto nos lleva a hacernos
fuertes y firmes para tomar decisiones cuando realicemos el momento de la
introspección.
Que ideal sería que desde ya todos nosotros tomásemos
la decisión firme y decidida de evaluar lo que de manera individual, como
familia y comunitariamente hemos realizado día a día durante este año que está
terminando. Y en una hoja de papel anotáramos todos los hechos que nos fueron
significativos y, en una columna, al lado de cada unos de esos hechos, escribiéramos
que responsabilidad hemos tenido frente a esas experiencias, como las
interpretamos y como las enfrentamos. No nos olvidemos que cada uno de nosotros
somos responsables nuestra vida.
Lo importante de este ejercicio es que en la medida
que lo vayamos realizando notemos la capacidad que nos regala Dios a través de
su Espíritu Santo para discernir e interpretar nuestras realidades.
No nos asustemos ni tengamos miedo en esculcar
nuestros corazones. Si lo hacemos con decisión y firmeza, de la mano de Jesús
Salvador atreviéndonos a cambiar, vamos a encontrar un camino donde existe
serenidad, confianza, mansedumbre y firmeza. Sabemos que no es fácil, pero atrevámonos.
Miren, en la vida que hemos venido construyendo
siempre vamos a encontrar sufrimientos, preocupaciones, problemas, pérdidas
significativas, enfermedades, tristezas, momentos de alegría, etc. Los cuales
hemos cargado como hijos de Dios a través del tiempo como una cruz. Ni siquiera
nos hemos percatado que todo lo hemos realizado sin agobios inútiles, sin rebeldía
ya que Jesús nos ha enseñado que es lo que debemos hacer cuando la cruz se
siente grande y no la podemos cargar.
Lo importante de todo este proceso es darnos cuenta
de la capacidad que poseemos de interpretar las cosas de la manera como mejor nos
parezca y dándole luz a todas esas sombras. Ello, es el componente principal
para que alcancemos poco a poco la felicidad.
Cuando estemos a punto de terminar nuestra evaluación
démosle gracias infinitas a Dios por darnos la vida por todos estos años que
hemos venido construyendo y que a pesar de nuestros errores, sabemos que hemos
confiado en El. Que encienda desde ya el fuego de la felicidad y del amor para
que podamos a través de nuestras acciones construir la paz que tanto necesitamos
en el año que está por comenzar.
SEÑOR, EN TI
CONFIAMOS, DANOS LA CAPACIDAD PARA EVALUAR NUESTRAS VIDAS Y LLENANOS DE TU
SABIDURIA PARA PODER SEGUIR CONSTRUYENDOLA DE ACUERDO A TU VOLUNTAD.