lunes, marzo 01, 2010
SEAMOS LIBRES POR EL AMOR DE DIOS

Hoy más que nunca, tenemos la necesidad de entender que Dios es amor; y por ese amor grande, bondadoso y misericordioso que Él nos tiene a todos sin excepción, somos liberados de toda esclavitud y de las cosas del mundo.

A veces nos olvidamos de Él y nos vamos dejando arrastrar por esas corrientes oscuras que nos esclavizan y dominan hasta llevarnos hasta nuestra propia destrucción. Y miren como muchos son los hombres y mujeres que nos equivocamos: Incontables son las veces que pensamos que entre más ganemos o poseamos el dinero, más cerca estará nuestra felicidad y por añadidura la de nuestra familia.

Y es que somos demasiados egoístas, porque todo lo queremos para si y de primero antes que todo lo demás.

Sentémonos, meditemos y reconozcamos que “Amar no es poseer”. Quien de verdad ama, busca afanosamente que el otro se realice como persona y que él, por sus propios medios, pueda construir sus proyectos y sueños.

El amor es: donación y entrega. Quien de verdad ama se entrega, no se esclaviza, no manipula, ni mucho menos le cierra la posibilidad al otro de decidir y optar por si mismo.

Es pues el momento donde todos con la luz que nos brinda el Espíritu Santo pensemos que es necesario asumir esa claridad que Dios, nuestro Padre, nos brinda para despejar toda las dudas; ¿y saben por que? porque no solo nos ama, sino que Él mismo se da en forma gratuita en el amor incondicional que nos tiene y se hace todo amor. Claro, siempre y cuando nos coloquemos en sus manos y dejemos de lado todo ese interés egoísta que muchas veces poseemos; y tomando decisiones firmes y radicales, le demostremos de verdad el deseo de hacernos libres junto a Él.

Nuestro Dios, el mismo Dios que Jesús nos reveló, por ser todo amor, nos deja en la disposición de que cada cual sea capaz de definir su vida con plena libertad. No es esa libertad muchas veces la mal interpretamos, es esa libertad que nos permite auto dominarnos y ha que tracemos los senderos por donde caminar sin caer y tropezar.

Dios es la fuente de amor y de toda libertad. Él, como nuestro Padre, nos invita a la Salvación y a la Vida nueva. Nunca nos impone ni nos violenta para que optemos por Él.

SEÑOR, PERMITE QUE HOY NOS DEMOS CUENTA DE ESAS COSAS QUE NOS ESCLAVIZAN; Y CONTIGO A TU LADO, NOS ATREVAMOS A TOMAR DISTANCIA Y DOMINIO DE ELLAS.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:44 a.m. | Permalink |


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