viernes, enero 08, 2010
SIN DUDA ALGUNA, TODOS HEMOS CONOCIDO LA MISERICORDIA DE DIOS

Tengamos la certeza y no dudemos un solo instante que Dios está con nosotros en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida y que solo Él, es quien lo puede todo.

Somos tan pequeños para reconocer la extraordinaria grandeza de Dios, pero por esa circunstancia no nos debemos sentir apocados ni mucho menos temerosos para acogernos a Él. Tengamos la certeza y la absoluta confianza de que Dios nos protege y nunca nos abandona.

Reconocemos que somos débiles, pero dentro de nuestro corazón sentimos la fuerza de Dios que nos estremece, nos fortalece y prepara para enfrentar todas las situaciones de la vida. Cada día y a cada momento estamos siendo ayudados por el amor infinito de Dios.

Esa certeza ha de gobernar nuestros corazones. Por ello hoy te invito a que dejemos a un lado el miedo que carcome la fe y sin vacilar, alcemos la mirada, nos levantemos e iniciemos un nuevo camino, con paso firme y decidido, sin nada de temor, colocando toda nuestra confianza en Dios, creyendo y esperando en su acción poderosa.

El Profeta Isaías nos invita a tener la seguridad y la absoluta confianza en Dios, cuando nos dice en su texto 41.14: “El Señor afirma: Israel, pueblo de Jacob, por pequeño que seas, no tengas miedo; yo te ayudo. Yo, el Dios Santo de Israel, soy tu redentor”

Hoy es un día de gracia y de bendiciones, Dios nos está invitando a que tengamos confianza en Él, a que lo reconozcamos como nuestro Padre, Maestro y Guía. Él siempre está a nuestro lado, nunca nos abandona y junto a nosotros va ayudándonos a construir la vida en medio todas las circunstancias. Por ello, es el momento de sentirnos en sus manos y amados por Él.

Los invito a que repitamos juntos está pequeña oración de acción de gracias que hoy preparé:

Gracias Señor por permitirnos estar aquí de nuevo frente a ti. Traemos en nuestras espaldas todas las experiencias vividas. Traemos ante ti los aciertos y equivocaciones. Hoy aquí, juntos, como tus hijos, te queremos presentar nuestros sueños y esperanzas en este nuevo año. Permítenos experimentar tu inmenso y tierno amor y sanar todas nuestras heridas.

SEÑOR, TU ERES BUENO Y MISERICORDIOSO, PERMITE QUE COLOQUEMOS NUESTRAS VIDAS EN TUS MANOS.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:34 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>