lunes, diciembre 07, 2009
NO ES LA LÓGICA DEL TENER-POSEER-AMBICIONAR LA QUE NOS LLEVA A LA FELICIDAD

Entender la vida como la concibió Jesús de Nazaret, ha de ser el ideal de todo aquel que se atreva a emprender muy de cerca su seguimiento. El camino que ha de concretar hacia ese ideal, ha de estar siempre enmarcado por el vivir a favor de los demás, es decir, trabajar por los más pobres y necesitados del rencuentro con Dios.

Si centramos nuestra mirada en Jesús y lo hacemos nuestro modelo de liderazgo, vemos que su vida siempre estuvo enmarcada en un pro-existir para hacer renacer a los demás. Él así en muchas ocasiones se lo comentó a quienes le seguían de cerca : “Yo he venido a servir y no ha ser servido”.

San Pablo a pesar de que no convivió con Él, ni le conoció personalmente, fue siempre un discípulo radical. Cuando se refiere a Él en su carta a los Filipenses Cáp. 2. 6-11. En ella, explica su vida en un himno en el que se destacan tres ejes fundamentales: No retener ávidamente, se despojó de si mismo y se humilló a si mismo. Actitudes que nos muestran una total pro-existencia.

Cuando nos ponemos a analizar esas actitudes de Jesús (no reteniendo, despojándose y humillándose) se nos genera en nuestras mentes muchas dificultades para entenderlas y comprenderlas; porque fueron esas actitudes precisamente, las que marcaron el éxito histórico que Él selló para la transformación del hombre y la sociedad.

Jesús nos enseña a no ser ostentoso, a no ser manipuladores, ni afanados de la fama o el éxito a costa de infidelidades, deshonra, indignidades, etc., ni a que nos comparemos con aquellos que hacen trincheras con el dinero para sentirse el más fuerte.

Nuestra lógica ha de estar centrada en aprender de Jesús esas enseñanzas que de verdad nos llevan a ser felices.

Jesús es y será siempre un líder que nos muestra la capacidad de cómo influir en los demás, a que seamos coherentes con nuestras vidas y acciones; y a que nos descubramos como verdaderos seres que fuimos creados por Dios.

Es hoy el día para tomar grandes decisiones, para reconocer en la persona de Jesús a ese líder merecedor de toda atención, afecto y servicio. A ese que nos ayuda a encontrar el verdadero camino que nos conduce a la felicidad.

SEÑOR, TU ERES NUESTRO MAESTRO Y GUÍA, ENSEÑANOS A ACTUAR COMO TU QUIERES QUE ACTUEMOS.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:40 a.m. | Permalink |


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