jueves, noviembre 19, 2009
SEAMOS EFICIENTES PERO NO NOS DESGASTEMOS EN COSAS QUE LA SOCIEDAD NOS IMPONE

Es irónico ver como todo el mundo de hoy vive y se mueve con locura. Nos hemos acostumbrado a correr por todo.
Tendemos a correr para no demostrar a los demás que somos débiles y para que nuestros actos estén enmarcados dentro de ese criterio que la sociedad en todo el mundo, nos impone: Producir.

Corremos cuando queremos viajar, cuando vemos que nuestra juventud se nos va y no pretendemos dejarnos coger por la vejez, cuando nos levantamos cada día y sin darle gracias a Dios y sin mirar siquiera nuestros hijos o nuestra (o) compañera (o), sin desayunar, nos vamos corriendo al trabajo. En fin, según la sociedad de hoy, hay que estar en constante movimiento. Todo gira en torno a la producción.

Miren como es de asombrosa la vida de hoy. Ayer cuando salía de mi casa escuché una conversación de un par de señoras que delante de mi caminaban y que se decían entre si: “Bendita palabra esa que hoy todos vivimos pronunciando, la producción. Mis ideas ya no sirven si no producen, mis sentimientos no cuentan si no producen, mis sueños no valen si no producen” De verdad, quede muy preocupado.

Tenemos que trabajar por hacerle burla a todos esos paradigmas que la sociedad nos ha querido imponer y convencer. Si miramos nuestra realidad podremos ver como muchas familias se han ido destruyendo porque ya no existe el tiempo suficiente para compartir ratos con ella, el dialogo y la comunicación entre padres e hijos a pasado a un segundo y tercer plano, en fin, se ha ido incrementando el número de frustrados y vacíos por culpa a la bendita producción.

Necesitamos de manera urgente en rescatar lo original, es decir, rescatar las dimensiones humanas que no son productivas pero que, nos abren a la trascendencia y a la felicidad.

Hay que rescatar en nuestras familias los momentos de compartir nuestras experiencias y la oración, a oxigenar la vida familiar y a vencer todos los obstáculos que impiden las relaciones armoniosas que permitan comprender el sentido de la vida, sin prisas y sin estándares de eficacia.

Recordemos que para ser felices hay que tener buenas relaciones entre todos los que nos rodean y comparten con nosotros la vida, teniendo la responsabilidad de tener un crecimiento de nuestro ser, no hacia fuera, sino hacia nuestro interior de manera profunda, sin mirar lujos, dinero y triunfos. No vasta estar encendidos y produciendo 24 horas al día para demostrar que somos felices y valiosos.

SEÑOR, AYUDANOS A NO DESGASTAR NUESTRAS VIDAS EN COSAS QUE NOS APARTAN DE TI.
 
posted by Laureano García Muentes at 8:31 a.m. | Permalink |


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