lunes, noviembre 23, 2009
DEJEMOS QUE LA PRESENCIA DEL SEÑOR NOS LLENE DE FUERZA Y AMOR

Hoy los invito a que reflexionemos en torno a esas prácticas religiosas que muchos hemos venido optando y a que busquemos en nuestras actitudes y acciones la coherencia que debe existir entre la fe y nuestras vidas.

Miren, es preocupante que muchos de nosotros, que nos llamamos seguidores de Cristo, estemos estancados solo en manifestaciones exteriores y sin experiencias de vida. No buscamos los cambios profundos que nos ayuden a transformar los hábitos sino que nos quedamos marcados por esas espiritualidades que buscan ser solo un show.

¿Cuantos no colocamos nuestra fe en lo milagroso? Miren, ¿cuantos son esos santuarios improvisados que se hacen en diferentes sitios de nuestras ciudades, pueblos o veredas; gentes de todas partes, que solo buscan respuestas mágicas a sus preocupaciones o problemas? Grandes cantidades de gentes se aglomeran a veces convencidos de que en paredes, pisos o árboles se aparecen o se ven manchas que se asemejan a alguna imagen religiosa, y que incluso, la ven llorar, sangrar, etc. ¿Cuántos de nosotros no hemos puesto las esperanzas en cosas vanas, absurdas y que nos creamos?

El hombre de hoy vive lleno de supersticiones, carga talismanes, amuletos, paga para que le lean la suerte, la ceniza del cigarrillo, cree en la brujería, maleficios, etc.

Es necesario que renunciemos a tanta falsedad y tantas cosas que son orquestadas por los demonios. Ellas, son incompatibles a la salvación que nos propone nuestro Salvador, Cristo Jesús. Meditemos hoy lo que nos dice San Pablo en la primera carta a los Corintios Cáp. 10, 20-21: “El Espíritu Santo nos declara que no podemos beber de la copa del Señor y al mismo tiempo de la copa del demonio, ni mucho menos comer en la mesa del Señor y en la del demonio”.

Solo en la presencia del Señor está la fuerza que nos impulsa a llenarnos de valentía para luchar contra toda adversidad, solo en Él encontramos el amor verdadero que nos invita a colocar en sus manos nuestros deseos, propósitos y esperanzas.

Confiemos firmemente en el Señor y encontraremos en Él las respuestas a todas nuestras inquietudes y desasosiegos.


SEÑOR, TU CON TU PODER NOS PROTEGES Y NOS AYUDAS A DESACERNOS DE LAS FUERZAS OSCURAS Y DEL DEMONIO.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:05 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>