lunes, marzo 15, 2010
NO SIEMPRE VEMOS AL MUNDO COMO ES SINO COMO QUEREMOS VERLO

En este tiempo uno tiene que ser responsable de lo que hace y por lo tanto, debemos asumir las realidades cueste lo que cueste. Y es que muchos somos los que pretendemos cambiar el orden de las cosas y sin mirar las consecuencias, luchamos por realizarlas todo lo contrario a como Dios las ha dispuesto.

En verdad no siempre vemos al mundo como es sino como queremos verlo; y está realidad la podemos comparar con esa expresión que dice: “Cuando sembramos una semilla de mango vemos nacer y crecer un árbol de mango. No podemos echarle la culpa a la semilla de mango porque no dio un árbol de manzana”.

Miren en la historia de la salvación se lee la vida en clave de premio y castigo por las acciones que realizamos los hombres. Cada equivocación que realizamos tiene un precio y cuando nos dedicamos a vivir en ese error o pecado, nos viene la destrucción y las bendiciones de Dios no nos llegan al corazón.

No es que Dios nos castigue. ¡No! Dios no es castigador, ni cierra las puertas, sino que para que el Señor haga su obra salvifíca en nosotros, necesitamos saber que tenemos que hacer.

Cuantos escuchamos la Palabra de Dios con tanto profesionalismo que después de escucharla y saborearla salen del recinto donde se encuentran y van a sus actividades rutinarias, hace todo lo contrario y hasta quizás peor de lo que se piensa. ¿Cuantos somos los que seguimos viviendo de la misma manera de siempre y sin cambiar?

En Dios hay misericordia y perdón, Él nos da nuevas oportunidades, por ello, es el momento de darnos cuenta que muchas veces hacemos las cosas mal, que nos vamos equivocando cuando nos apartamos de su presencia y cuando creemos que a escondidas las hacemos bien, pero distintas a lo que Él nos pide.

Hoy ha de ser nuestra oportunidad de cambiar. Todos podemos cambiar. Para ello, necesitamos decisiones firmes y radicales. Cuando iniciemos ese camino, nunca miremos hacia atrás. Dios nos guía, nos alimenta y nos enseña a vivir a su manera. Tengamos absoluta confianza en Él.


SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS POR LA VIDA QUE NOS REGALAS Y POR ESAS ENSEÑANZAS QUE NOS DAS CADA DÍA.
 
posted by Laureano García Muentes at 2:31 p.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>