Es necesario que sepamos que si estamos en permanente contacto con Dios podremos darnos cuenta de su gran amor y de las abundantes bendiciones que derrama sobre nosotros.

Cada plegaria y cada oración que le dirijamos ha de ser una inyección de unas ganas de vivir, de soñar y de luchar. Ellas tiene que ser la certeza de que podemos vencer todas las dificultades y que Dios está siempre con nosotros.

Si ponemos en Dios nuestros pensamientos optimistas, nuestras palabras constructoras, la paz de nuestros corazones, Él nos ayudará a salir adelante. De verdad, eso es lo que necesitamos: Estar en permanente actitud de triunfo y recordando que somos más que vencedores por Aquel que nos amó hasta el extremo hasta dar su vida en una cruz.

Miren, una buena razón para creer que de todo podemos salir adelante, es ver cuanta gente que está a nuestro alrededor nos ama y nos valora sin que nosotros hagamos mucho por merecerlo.

No perdamos la fe y tengamos confianza en Dios. Él nos ama como hijos de su predilección; y con su amor comprendido, podemos vencer todos esos momentos llenos de angustia y dificultades que podemos estar viviendo.
Quizás nos hemos sentido débiles y sin fuerzas debido a tantos golpes que hemos recibido en la vida, por ello, hoy ha de ser el momento para acercarnos a Dios y tanquear nuestros corazones recuperando así, todo ese empuje que demandamos para luchar y seguir adelante. Y es que esas fuerzas las tenemos que sacar nosotros mismos apoyados de esa relación intima y permanente con Él.

Tenemos que darnos cuenta que desanimarnos nos puede conducir a una situación insostenible y degradada. El desanimo es causal de perdida y entrega a la nada de todos esos sueños, alegrías y propósitos que hemos soñado realizar.

Es bueno que hoy, sentados a los pies de nuestro Salvador, comencemos a encontrar razones y situaciones que valgan la pena y que nos ayuden a levantarnos para seguir con firme decisión sus huellas. No perdamos un instante para orar y contemplar al Señor en su plan que ha preparado para salvarnos.

SEÑOR, GRACIAS POR DARNOS ANIMO PARA LUCHAR Y SEGUIR JUNTO A TI ADELANTE.