miércoles, julio 15, 2009
NECESITAMOS NOTAR DONDE DIOS SE NOS EXPRESA EN CADA MOMENTO

Los mensajes de Dios son muy frecuentes y ellos están cifrados constantemente en la historia de los afligidos y los más pobres, en la de los vencidos y no en la de los vencedores.
Qué hermoso es notar como se nos va expresando nuestro Dios y descubrir que la relación que tenemos con Él, es viva, constante, eficaz y creativa.

Para saber lo que Dios quiere y nos pide, hay que mirar con nuestros ojos, como un libro abierto, a Jesús; en Él vamos descubriendo línea a línea que es lo que debemos hacer para recuperar nuestro protagonismo y nuestra libertad en la historia.

Quienes nos hemos atrevido a seguir las huellas del Maestro, necesitamos de constante oración, reflexión y sosiego para interpretar de manera personal y comunitaria lo que Dios nos dice y desea que realicemos.

Todos sin excepción tenemos la necesidad de discernir y de distinguir lo bueno de lo malo, lo conveniente e inconveniente, lo que le agrada a Dios y lo que le desagrada. El discernimiento nos ayuda a tomar pasos decisivos en la vida de seguidores de Jesús.

San Pablo en la carta a los Efesios 5.17 nos prevé para que no tratemos de equiparar la voluntad de Dios con nuestras apetencias personales y con nuestro actuar y no por criterios de fe, cuando nos dice: “ No seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad del Señor”.

Cuando hagamos un discernimiento seamos prudentes, reflexionemos y tengamos capacidad interior para transformar nuestros puntos de vista y adoptar actitudes que estén a gusto a los ojos de Dios. Ello nos quiere decir, que necesitamos en primer lugar una conversión verdadera para así, tomar decisiones adecuadas según los intereses de Dios.

Tengamos presente que solo cuando abandonamos de verdad los criterios del mundo, los valores subjetivos y los esquemas que se realizan en nuestro medio y aceptamos los planteamientos y valores de Dios, estamos en condiciones de discernir la verdad.

El autentico conocimiento no es fruto de un ejercicio intelectual, sino de la vivencia del amor.

SEÑOR, ILUMINA NUESTRA INTELIGENCIA Y POSIBILITA EN NOSOTROS UN CONOCIMIENTO MÁS PLENO Y PROFUNDO.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:52 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>