domingo, junio 07, 2009
LA FE ES LA EXPERIENCIA MÁS PARECIDA A LA DEL AMOR

“La fe es el fruto del encuentro con Dios. Con ella aprendemos a vivir como se aprende a vivir desde el amor. Cuando tenemos fe y amor se está o no está”. Estas palabras me decía ayer un amigo cuando platicábamos a cerca de cómo no creer en Dios y en el reflejo de su gran amor, ese que vivimos a diario en todo eso que nos rodea.
Y concluíamos diciendo que, en el amor se está enamorado y en la fe se está confiado.

De verdad, cuando nos hemos vinculado al grupo de Jesús Maestro, cuando percibimos que nuestros planes personales se zarandean, que nuestros proyectos se reorientan al sentir algo especial por Él, cuando queremos hacer cosas diferentes a las que hacemos como signo de que le amamos y que queremos serle fiel; Jesús ya ha comenzado a ser nuestro ideal, nuestro modelo y nuestra referencia.

Tenemos que ser muy claros. Al convertirnos en seguidores del Maestro vamos borrando de un todo esa imagen simple o somera que hemos venido construyendo en nosotros de Jesús; y dejamos que ese Jesús- Cristo y Salvador, sea el Dios en nuestras vidas, el epicentro de todo, el terremoto que nos conmueve hasta lo más profundo de nuestro ser.

Y como la experiencia amorosa es ligarnos a Él, también vivenciaremos la fe con toda confianza y así, daremos los pasos que van desde la atracción hasta la unión total con Él, con el uno y el otro que son próximos a nosotros.

Cuando vivamos de verdad está experiencia de fe y amor, notaremos las consecuencias inmediatas y visibles en nuestras vidas. Veremos como nos rinde el tiempo para todo, notaremos los cambios en los horarios acostumbrados, nos desviamos de esos planes del mundo que considerábamos muy importantes y pensaremos en realizar proyectos comunes donde estaremos reflejando a todo el mundo, el testimonio vivo de Jesús.

Recuerdo que me decía mi amigo: “Creer es tan fácil y, al mismo tiempo, tan arduo como lo es vivir o amar”. Y es verdad. Cuando nos consideramos seguidores de Jesús, no nos contentamos con una vida de cualquier manera sino que encontramos en la fe el mejor estimulo y la mejor orientación para vivir intensamente.

Tengamos siempre presente que la fe es un regalo de Dios, una manera de vivir, que nace y se alimenta de su gracia.


SEÑOR, ENSEÑANOS A VIVIR LA EXPERIENCIA DE TU AMOR Y A CREER QUE ERES NUESTRO VERDADERO CAMINO.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:19 a.m. | Permalink |


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