miércoles, abril 01, 2009
JESÚS COLMA Y DA SENTIDO A LA VIDA

Un amigo me contaba que cuando se levantaba todos los días tomaba en sus manos la Biblia y leía el Evangelio del día. Reflexionaba la Palabra y hacia su oración personal. Al terminar, sentía sentimientos de seguridad y de confianza porque concebía en lo más profundo de su ser, que Dios, dueño de la vida, estaba con él y le ayudaba a seguir con paso firme y siempre adelante sus dificultades y alegrías.

Me explicaba también que su confianza provenía de tener la seguridad de que quien se pone en las manos de Dios, nunca queda defraudado.

Sus palabras me infundieron una gran fuerza, las que me inspiraron decirles a ustedes, que de verdad, cuando tenemos bien cimentada una preparación interior, ella nos llena de fortalezas y nuestros vacíos se van colmando y se van sanando todas nuestra heridas; por que Jesús colma y le da sentido a nuestra vida haciéndonos idóneos para vivir en ella.

Tengamos presente que la batalla diaria no la podemos hacer nosotros solos, siempre necesitamos de la ayuda de Dios. Es ahí la importancia que hoy tenemos todos los hombres y mujeres en el mundo para unirnos más a Él, prepararnos a enfrentar la vida con inteligencia, con disciplina y esfuerzo experimentando en cada circunstancia su amor sanador.

Jesús siempre está a nuestro lado, actuando y enseñándonos. Quiere que lo reconozcamos como el Salvador. Quiere que todos sin excepción seamos felices. Por ello, démosle abundante gracias por haberle conocido, ya que sin Él, sin su presencia, todo tornaría difícil y absurdo.

¿Quién mejor que Jesús para acompañarnos en nuestro andar diario de la vida? Cuando oramos le respondemos colocando nuestra vida, nuestro ser, nuestras miserias y nuestras alegrías en sus manos. Recordemos que en cada oración que hacemos establecemos un encuentro de amistad, respondemos a Dios por nuestros compromisos de hijos de manera sencilla, le damos a conocer nuestras inquietudes, nuestro animo, a sabiendas que su Espíritu está en nosotros.

Tengamos hoy y siempre presente que la fe se aviva y se alimenta con la Palabra de Dios.

SEÑOR, AYUDANOS PARA QUE NUESTRA VIDA SEA UN PERMANENTE VIVIR EN ORACIÓN.
 
posted by Laureano García Muentes at 8:37 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>