lunes, febrero 23, 2009
NO SUPRIMAMOS DE NUESTRAS VIDAS LA EXPERIENCIA DEL PERDÓN DE DIOS

Son muchas las personas que han suprimido de sus vidas la experiencia del perdón de Dios. A ellos les decimos que no podemos olvidarnos que la reconciliación con Dios y con nuestros hermanos es una experiencia que transforma en realidad toda situación que enfrentamos muchas veces con dificultad.

El perdón nos libera, nos sana; y lo más hermoso de todo, Dios nos lo hace sentir en lo más profundo del corazón, porque nos ama y nos permite concebir que de Él hemos recibido la fuerza de su Espíritu con toda gratuidad.

¿Quien de nosotros no ha pedido a Dios su auxilio para demandarle alguna curación física o espiritual? Muchos somos los que vivimos preocupados por nuestro cuerpo y olvidamos que tenemos un alma que es de Dios y que un día ha de volver a Él.
Hoy solo queremos demostrarle al mundo que somos hermosos y atractivos; pero esa vanidad, al transcurrir de los días, meses y años, nos va llenando de ataduras que impide movernos con libertad.

Esas ataduras como la belleza exterior de nuestro cuerpo, la tenencia exagerada de dinero, las diversiones, nuestras pasiones, las drogas, etc, nos convierten en esclavos de un mundo lleno de sinsabores y engaños.
La vanagloria y el ambicionar para demostrar a muchos el poder y dinero, han llevado a muchos hombres a enfrentar crisis emocionales que poco a poco lo van destruyendo, alejándolo de la familia, la sociedad y arruinados de sus sueños vacíos.

Los grandes ídolos modernos como lo es la avaricia paralizan y hacen ignorar a los hombres de un mundo real que ha sido construido por Dios para ser más humano y digno, donde se viva la solidaridad y la vida fraterna en su plenitud, dando así, apertura permanente al Plan de Dios Padre.

Reconozcamos que Jesús nos invita insistentemente a que renovemos nuestro espíritu, ha que perdonemos y sanemos de una vez para siempre la parálisis que nos mantiene inútiles. Por siempre recordemos que Él primero absuelve y luego nos cura.

SEÑOR, AUMENTA NUESTRA FE Y PERMITE QUE ENFRENTEMOS LAS DURAS CRISIS DE LA VIDA CON TU AYUDA MISERICORDIOSA.
 
posted by Laureano García Muentes at 11:14 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>