En estos días una señora, muy triste y acongojada caminaba a paso lento con una mirada fija; su voz entrecortada me decía en el momento que pasaba a su lado: “La vida definitivamente es muy compleja”.
Extrañando su inquietante expresión, sutilmente me acerque y le pregunte a cerca de su preocupación, y ella me respondió: “Hijo, no sabes lo que me ha dolido tanto durante muchos años; hay momentos como los que hoy vivo que aún no me queda fácil entender.
Mira, no sabes cuantos proyectos he dibujado en mi mente desde que mi esposo falleció hace más o menos cinco años. Ellos, para poder sacar adelante a mis hijos. He venido haciendo hasta lo imposible por conquistarlos y aún no he descubierto siquiera la forma como llegar a alcanzar la plenitud.
He puesto mi empeño, la confianza en todos mis esfuerzos, mi vida y hasta me he acercado a otras personas pidiendo ayuda, pero ellos, créame, pretenden entender mi situación, pero no lo se, al seguir sus consejos, no se dan los resultados notando como si algo más me faltará”
“Parece que mi destino no está aún seguro. Estoy ya decidida a visitar a una señora que me recomendaron algunas amigas, quien escucha atentamente los problemas y hasta trabaja la suerte”.

Le dije que evidentemente algo más le faltaba y que lo fundamental en estos momentos era ponerse en las manos de Dios, para así, seguir trabajando con todo empeño por alcanzar todos los proyectos que tenía en mente realizar. Le advertí que el trabajo y los sacrificios son los que suman y logran sacar adelante la vida. Nunca podemos dejar que la falta de resultados nos haga desmoralizar y hasta no querer seguir luchando, antes por el contrario, es necesario creer que si se puede con la ayuda de Dios y salir adelante.

No creamos en acciones mágicas de personas que se creen poderosas las que con engaños, envuelven a muchos a que sigan sus consejos. Es hora de acercarse a Dios y pedirle que nos señale el camino a seguir y la forma como actuar. Pídele con insistencia.
Es este un esfuerzo diario que no puedes darte el lujo de abandonar. Como su hija Él te escuchará y te complacerá a su tiempo y en su momento.

Hoy le invito a que te concentres en todo lo que estas haciendo y pongas absoluta confianza en lo que estas realizando. Confía que estas haciéndolo todo de acuerdo a su voluntad. Así te darás cuenta que Él nunca dejará de llenarte de fuerzas para que surjas en medio de las dificultades. ¡No tires la toalla, Tú lo puedes! Llena de confianza en mis palabras, se retiró.

Tener la certeza interior en que todo lo que planeamos realizar está bajo la voluntad de Dios, nos ayudará a realizar con objetividad nuestros proyectos. La certeza es fuerza que nos da confianza y es el recurso que necesitamos para ver las posibilidades que aún no hemos podido descubrir.

SEÑOR, ENSEÑANOS A TENER CONFIANZA EN TI, TU ERES LA FUERZA QUE NOS INSPIRA Y NOS AYUDA SEGUIR ADELANTE.