jueves, junio 11, 2009
SOMOS DEUDORES DE AMOR

¿Soy deudor de amor? Es ésta una pregunta que debemos hacernos cuando queremos entender de verdad lo que significa entregarnos al seguimiento de Jesús.
De verdad hoy estamos en deuda con el amor. Somos felices cuando trabajamos y nos entregamos de todo corazón por hacer un mundo más feliz; y créame, que solo se vive de verdad cuando nos preocupamos por hacer vivir a los demás; y quien ama, demuestra que no solo se ama a si mismo sino que encuentra en el amor la verdadera libertad.

¿Cuantas ataduras tenemos dentro de nosotros que impiden amarnos y ser felices? Y sepámoslo bien, para Jesús la más grande parálisis que tenemos hoy los hombres está en el espíritu, en el corazón de cada uno de nosotros. Por ello para muchos las palabras de Jesús es causa de aturdimiento. Ella nos mueve lo más profundo del ser y hace que vayamos examinando y extrayendo todo lo que mantenemos guardado en el corazón; Él quiere que saquemos primero todo lo que guardamos con recelo y lo pongamos en sus manos para así sanar y curar nuestro cuerpo y alma.

Ese es el mayor gesto de amor para con nosotros. ¿Quién no se ha dirigido a Jesús para pedirle la curación física, no solo para nosotros sino también para nuestros seres queridos y amigos? ¿Por qué habrá en nosotros tanta preocupación por cuidar nuestro cuerpo y poco por nuestra alma?

Jesús Misericordioso tiene compasión de todos, Él perdona nuestros olvidos, nuestras distracciones, nuestras dudas y nos enseña que debemos preocuparnos ante todo, por nuestra salud espiritual.

Vivimos de verdad sumidos en un sin número de ataduras, constantemente estamos preocupados por nuestra bellaza externa, el dinero, las diversiones, nuestras pasiones, la droga, el poder, etc., que nos impiden amar y ser libres. De verdad, cada día estamos más esclavizados. Pero ojo, no podemos prescindir de Dios, de nuestros hermanos, de nuestra familia y de nuestra comunidad, para poder amar y ser sanados en el espíritu y en el cuerpo.

Dios es amigo de la vida, del perdón, la fraternidad y la solidaridad con los demás. No seamos deudores de amor. Cada día reconstruyamos la reconciliación con Él, ámemelo y con un amor reciprocó encontremos la paz, el perdón, la liberación, la sanación y la gratuidad de su amor.

SEÑOR, FUENTE A DE AMOR Y DE ESPERANZA, SANANOS PARA VIVIR A PLENITUD LA VIDA.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:16 a.m. | Permalink |


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