martes, noviembre 04, 2008
UNA SANTA LIGADA A LOS SALVATORIANOS

Es gratificante recordar la historia de valientes hombres y mujeres que inspirados por la gracia de Dios, se pusieron al servicio para expandir como apóstoles por diferentes lugares de nuestras tierras Americanas el conocimiento del Único y Verdadero Dios y de su Enviado Jesucristo.
Y es más que atrayente cuando una de ellas, ha sido ya canonizada y elevada a los Santos altares de nuestra Iglesia Universal.

Se trata de la hoy Santa María Bernarda Bütler, una Religiosa Suiza que nació en Auw, cantón de Argau provincia agrícola e industrial que contaba con 900 habitantes. Ella, el día 2 de Agosto de 1.895 llega a la ciudad de Cartagena de Indias, procedente del Ecuador de donde había partido junto a Hermanas Franciscanas de María Auxiliadora y ha unos Religiosos Salvatorianos Alemanes entre los que venia el Padre Macario Dicks luego de haber iniciado en ese País la guerra civil y la persecución a Religiosos encabezada por el famoso Eloy Alfaro, un mestizo cholo, sin instrucción, quien el año 1.895 había declarado abiertamente a la entrada a la ciudad de Guayaquil su intensión de querer acabar con el gobierno de Dios.

Su odisea se dio inicio al tomar un barco con destino a Panamá en el puerto de Esmeraldas, último del Ecuador, donde el Padre Macario Dicks junto a cuatro Religiosos Alemanes Salvatorianos tenían la idea de ir a Cartagena para ponerse al servicio del Obispo de esa ciudad Monseñor Eugenio Biffi. Allí, él las convence para viajar a esa población Colombiana debido a la urgente necesidad del Obispo, al no contar con Religiosas en su diócesis.

Sus gruesos y pesados hábitos no le impidieron para nada el tener que soportar la diferente dificultad climática y mal sana de esa ciudad, para asumir la tarea pastoral y misionera entregándose de lleno a las manos de la Divina Providencia.

En Panamá retrasaron su viaje por más de 12 días a espera de la respuesta al marconigrama que el Padre Macario Dicks pasó al Obispo Eugenio Biffi pidiéndole la acogida de 15 Hermanas entre las cuales viajarían tres (3) Benedictinas, cuatro(4) Hermanas del Divino Salvador (Salvatorianas), ocho(8) Franciscanas y varios sacerdotes alemanes. Y pronto llegó la contestación: “Todos pueden venir”.

El último trayecto del viaje Colón-Cartagena fue muy fatigoso. El barco estaba repleto de pasajeros, era estrecho y poco aseado y abundaban toda clase de bichos.

Ya en Cartagena, el ilustre Prelado, lleno de paternal bondad recibió a todos.

Los Padres Salvatorianos desarrollaron una ardua labor pastoral- misionera desde su sede que fue otorgada por Monseñor Biffi: Iglesia de la Santísima Trinidad en el barrio de Getsemaní de donde se extendieron a la Iglesia Santo Toribio, Santa Cruz de Manga, Pie de la Popa y María Auxiliadora, también los pueblos de la Bahía de Cartagena y las sabanas de los Departamentos de Bolívar, Sucre y Córdoba, como también las poblaciones de María la baja y San Onofre.

A las Religiosas Franciscanas les fue otorgada su sede en el Hospital de mujeres llamado “Obra Pía”, casa en mal estado, la cual fue reconstruida en corto tiempo teniendo las Hermanas que compartir su estancia por poco tiempo con las Hermanas de la Caridad en el Hospital Santa Clara. De allí,emprenden la expanción de su obra en Cartagena y en otras poblaciones de Colombia.

SANTA MARÍA BERNARDA, ERES TAMBIÉN UNA SALVATORIANA. TE DAMOS GRACIAS POR HABER COMPARTIDO EL AMOR POR CRISTO CON NOSOTROS, GUÍANOS Y ACOMPAÑANOS A EXPANDIR EN TODAS PARTES EL CONOCIMIENTO DE JESÚS SALVADOR
 
posted by Laureano García Muentes at 2:30 p.m. | Permalink |


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