martes, octubre 14, 2008
DAR LO MEJOR DE NOSOTROS PARA SER TRIUNFADORES

Parece ser que el hombre de hoy se muestra incomprensivo ante las situaciones y circunstancias que vivimos. Me decía una señora en el bus, todo ello originado por las agresiones con palabras hirientes, dañinas y ofensivas que dos muchachos se hacían en una discusión acalorada.

Como caemos de fácil en los pecados de palabras, me decía. Como vemos de sencillo expresarnos unos a otros llevados por la ira, el desprecio con palabras que causan dolor no solo al adversario de turno sino a todos los que están a su alrededor.

He aquí el momento que tenemos que reaccionar, pensar y reflexionar sobre la importancia que le damos a las palabras ofensivas que nos llegan de manera directa o por aquellos que conviven en el medio que nos movemos.

¿Será que estamos aptos para comprender la importancia de dejar que esas palabras pronunciadas con alto calibre se las lleve el viento y no causen ningún daño en nosotros?

Colocar en su contexto cada palabra y darnos cuenta de que eso que nos dijeron en un momento de ira, no debe tener la importancia que le queremos dar, excusando al otro, nos hace concebir que ya podemos servir como signos de paz y salud mental a los demás.

Jesús nos pide ser comprensivos y misericordiosos, perdonado a quienes nos ofendan. Si estamos llenos de amor y alegría podremos ubicar cada expresión en su sitio y comprender que hay cosas que se dicen por decirse y que no merecen nuestra atención.

No podemos darnos por vencidos, ni siquiera en esos momentos en que la ira parece ser más fuerte que nuestras actitudes y que nos hacen pensar de manera rápida que no vamos a poder contra ello.

Hoy se nos hace necesario superar todo obstáculo y dar lo mejor de nosotros para salir más que triunfadores, por ello, se nos hace necesario superar todo obstáculo, las situaciones adversas y los momentos duros que vivimos, para poder crecer.

Tenemos que batallar contra nuestros propios criterios adversos, vencer los miedos normales del corazón para ser victoriosos, eso sí, aforrándonos a Cristo Salvador quien nos ayudará de manera incondicional a superarnos y ser buenos guerreros.

SEÑOR, IMPLORAMOS HOY A TI POR ESAS PERSONAS QUE NOS OFENDEN DE HECHOS Y PALABRAS.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:30 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>