jueves, septiembre 18, 2008
JESÚS FUENTE DE ESPERANZA Y DE SEGURIDAD

Los seres humanos nos vamos llenando el corazón de preocupaciones, equivocaciones, miedos, errores y dificultades; situaciones que nos adjudicamos porque vivimos en un mundo que se mueve entre las diversidades y las complejidades que oscurecen nuestro ser. Ellas, influyen de tal manera, que nos enturbian y en muchas ocasiones nos hacen marchar hacia atrás, impidiéndonos ver la luz de la verdad que irradia Jesús, que fortalece y da seguridad.

Cuando tenemos firmes los propósitos para mejorar y dejar a tras todo aquello que nos cautiva y nos hace daño, vamos torneando junto a Jesús Maestro y alfarero, una vida nueva colmada de esperanzas.

Jesús es fuente de confianza y de certidumbre para todos los hombres; Él ayuda a superar todas nuestras dificultades y esas grandes tribulaciones que martirizan nuestros corazones. Es el agente perfecto que llena de bienestar nuestro espíritu y cuando nos apresuramos por estar a su lado, tiende sus brazos, nos acoge, transforma y redime como a sus hijos predilectos, llenándonos de sus gracias y de su poder redentor colmándonos de su misericordia para sanarnos y salvarnos

Hoy los invito a reflexionar y entender las cosas que forma parte de la vida, también de aquellas que nos hacen tanto daño. Pesemos que estamos de frente a Jesús y que Él nos brinda su apoyo incondicional para recomponerla como buen Arquitecto.
Pero, ¿sabes una cosa? Ante todo se hace necesario tener fe y creer que somos capaces de romper todos esos esquemas construidos en la arena y sobre bases superficiales. Con su ayuda y de esas capacidades, talentos y dones que ha puesto en nuestras manos, caminemos seguros y confiados que vamos a salir más que vencedores.

Hoy más que nunca tenemos que abrirnos a la experiencia de Dios y dejar que su amor se manifieste en nuestras vidas en forma de ánimo y de fortalezas. Ellas, nos darán la esperanza y las seguridades que requerimos para vencer el dolor, las tristezas y esas grandes tribulaciones, abriéndonos al amor.

Unámonos a los amigos cercanos y a los familiares para que nos apoyen a confiar en nuestros esfuerzos; ellos, son una fuerza y un poder para salir adelante. Acoplémonos a su presencia.

SEÑOR, NO DEJES QUE NADIE NOS QUITE LA OPORTUNIDAD DE VIVIR Y SENTIR TU PRESENCIA, Y JUNTO A NOSOTROS, LLÉNANOS DE TU AMOR.
 
posted by Laureano García Muentes at 1:09 p.m. | Permalink |


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