domingo, septiembre 07, 2008
SEAMOS CAPACES DE CONSTRUIR LA FRATERNIDAD

El actuar ideal en un cristiano ha de estar enmarcado siempre en el fortalecimiento de la fraternidad y de la solidaridad, no como signos de admiración, sino para hacerlos una realidad visible entre todos los hombres y en el medio donde se convive y comparte la vida, para motivar su imitación y atraer a muchos a su practica.

Jesús hizo del amor al prójimo el símbolo de la identidad para todos aquellos que desean seguir sus pasos y como la prueba fidedigna de la fidelidad.

Un verdadero seguidor del Salvador, se pone en los zapatos del otro, vive sus dolores, alegrías, dificultades. Reconoce los momentos que vive y se ofrece como su servidor, su amigo, su allegado, su confidente, para vivir y compartir si es necesario hasta la muerte en una cruz.

Ser fraterno es hacer el esfuerzo para salir de uno mismo, dejar el camino rutinario, liberarse de perjuicios, egoísmos, envidias, raza, religión y clases sociales para entregar parte del tiempo y bienes materiales para aproximase al otro en medio de su cultura, sus mentalidades, necesidades y pobrezas.

Para aprender a amar al prójimo es necesario que elijamos procesos de entrenamiento sobre todo en aquellas situaciones que nos son difíciles y que requieren de un mayor esfuerzo; como por ejemplo: el de amar a todos, descubriendo que somos hijos de Dios, que todos somos iguales, que soportamos desavenencias y perjuicios reconociendo en el otro, sus riquezas y fragilidades humanas, haciéndolas propias.

Jesús nos ha encomendado llevar la paz al mundo, no una paz como la da el mundo, sino una paz que sea como el fuego purificador, que destruye lo viejo y renueva las mentalidades antiguas (Jn.20, 19-33 y Lc. 12, 49-50).

Él, nos pide ser fraternos y solidarios auténticos, sin dar limosnas para que nos vean los demás, sino para que actuemos de manera comprometida arrancando de nosotros mismos esas simplicidades que nos da el mundo, para hacernos solidarios con las necesites y la pobreza de aquellos quienes necesitan de nosotros.

Ser primeros en amar significa, vencer el egoísmo, el orgullo para ir en busca de las necesidades, sufrimientos y alegrías del otro.

SEÑOR, DANOS UN NUEVO CORAZÓN PARA AMAR Y SERVIR A LOS DEMÁS.
 
posted by Laureano García Muentes at 2:01 p.m. | Permalink |


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