viernes, septiembre 05, 2008
¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON EL AMOR?

Una pregunta que nos ayuda a reflexionar: ¿Qué estamos haciendo con el amor que Dios nos dio?
Cuestionar nuestra vida y nuestro actuar junto a los demás es muy importante y más hoy, cuando somos muchos lo que nos dedicamos a malgastar el amor en vez de donarlo a otros y forjar con ellos su multiplicación entre los hombres.
Pero de verdad estamos siendo egoístas; hacemos todo lo contrario, creamos sufrimientos y malestar a los demás sin necesidad; y en muchas ocasiones, hasta nos alegramos de ello. Olvidamos que el amor es un don que Dios que nos dio para compartir con los demás y hacer junto a ellos, una vida más agradable.

Cuando utilizamos a los otros, los manipulamos y les mentimos arrancamos de su corazón el amor, botamos a la basura sus sentimientos y para mayor vergüenza, somos nosotros los capaces de quejamos por el abandono a que los hemos sometido.
Queremos sentirnos como ingenuos cuando ni siquiera pensamos lo que está a punto de suceder por optar comportamientos equivocados.

Un amigo me decía en cierta ocasión: “Muchos somos los que vivimos añorando esos bellos tiempos de las cometas, pero ahí nos quedamos, ni siquiera se nos cruza por las mentes elaborarlas o comprarlas con perfectos detalles para aprovechar los vientos buenos; y si alguna vez lo hacemos, nos quejamos por que ya ha pasado la época del viento y nadie ya las eleva” que anécdota extraordinaria.

Cuantas veces nos equivocamos al amar demasiado a las personas que no son capaces de comprender la grandeza de nuestros sentimientos y lo particular de todo, es que creen que ellos son merecedores y de mucho más; ni siquiera se dan cuenta que el amor es gratuito y que hay que cuidarlo. Cuando se cuida y se valora jamás se agota.

Hoy los invito a que apreciemos y tomemos conciencia de esa gran bendición que Dios: El Amor. Él nos lo da y con él, nos hace ser capaces de contar con muchas personas para compartir la vida. Ellas que nos enseñan también a amar con sus manifestaciones y sentimientos.
No olvidemos que es este el mandamiento principal que Dios nos ha enseñado y que San Pablo nos manifiesta en sus cartas: “Amémonos unos a otros con amor, ya que el amor proviene de Dios”.


SEÑOR, GRACIAS POR REGALARNOS TANTO AMOR, AUNQUE NO LO MERECEMOS Y VALORAMOS.
 
posted by Laureano García Muentes at 12:06 p.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>