martes, septiembre 02, 2008
LA PALABRA DE DIOS NOS ANIMA, DA SEGURIDAD Y FUERZA

Todos los hombres estamos llamados ha aprender que la Palabra de Dios es un alimento espiritual que nos anima y nos llena de fortalezas para luchar y seguir adelante.

Cuantos hoy se dedican a pensar que somos incapaces para enfrentar tantas situaciones difíciles y en medio de tanta desesperanza, se van olvidando de Dios. Creen que ya todo está perdido y hasta magnifican los problemas y las dificultades.

A todos les comento que son muchos los pasajes que podemos leer en las Sagradas Escrituras, donde Dios nos enseña que está en todo momento a nuestro lado, que Él es el aliento para continuar el camino, que nos fortalece y enseña la verdad y la vida. Y nos dice: “Al reconocerlo y aceptarlo, nada ni nadie podrá contra nosotros”.

Que importante es no sentirnos menos que nadie, que en todo momento estamos dispuestos para descubrir a Dios. Que, cuando padecemos las más terribles angustias, las más temidas dificultades, Dios se hace presente a nuestro lado, como les ocurrió a los discípulos de Emaús, y a los discípulos que con Él navegaban en la barca, para salvarnos y aplacar el mar embravecido y los vientos impetuosos.
Recordemos que Dios se acerca a los más débiles, al menos fuerte.

Que interesante sería que hoy nos sentemos a mirar con detenimiento todas esas situaciones que poseemos en lo más profundo del corazón que muchas veces nos hacen sentir débiles e incapaces para luchar y de seguir adelante.
Tomemos la Biblia e inspirados por la luz del Espíritu Santo, leamos con detenimiento y con profunda fe algunos de estos pasajes: Gedeón (Jueces 6) o Romanos 8, 28-39.

Relee una y otra vez; detente en esas frases que te fueron impactantes y siente que Dios allí te llama a vivir de verdad su plenitud; y desea que te sientas bien junto a Él.

Te invito hoy a tomar esa disposición desde ya; se que tú eres capaz. Él te ha dotado de toda inteligencia y sabiduría para que puedas hacerlo y ser feliz. Prepárate y disponte. El Espíritu Santo está contigo. Tú eres uno de los que Dios ama y junto a ti saldrá al campo de batalla para ayudarte a ganar. ¡Animo!

Cuando te sientas que has calmado todas esas ansias que te han provocado desordenes y te quieren llevar a esas profundidades oscuras, agradécele a Dios todo lo que hace por ti y dile: Padre, no quiero que te separe un solo instante de mi lado, quiero salir más que vencedor.

SEÑOR, LLENA NUESTRAS VIDAS DE ESPERANZAS PARA CONTIGO, HACER LO QUIERAS
 
posted by Laureano García Muentes at 6:44 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>