miércoles, septiembre 24, 2008
EL AMOR PREFERENCIAL POR JESÚS

Una de las exigencias que Jesús nos hace a todos los hombres para seguirle es muy especial y muy radical; me decía ayer una señora al caminar por la bahía. Él nos pide “dejar” al padre, la madre, la esposa, los hijos y hasta uno mismo, ¿como es eso?
A lo que, yo le dije: Jesús pide que seamos auténticos; y para tener un amor preferencial por Él, es dejar a un lado todo lo que nos pueda impedir la libertad de seguirlo.
No se trata de aborrecer a nadie o despreocuparnos por la familia y amigos sino que nos pide valorarlos a la luz de la decisión que hemos optado por Jesús.

¿Pero, como es eso de dejar todo a un lado?, ¿será que tengo que deja todo tirado y seguirle? Le seguí comentando y aclarando.

Mira quien opta por seguirle, asume su vida. Me respondió: ¿Cómo así? Le dije: La opción que tomamos por ser su seguidor ha de ser como una fuente que irriga todo el terreno de la vida. Si yo me entrego del todo y doy todo lo que soy y dispongo todo mi corazón para Dios, Él me va a ir ayudando a amar a los otros de la misma manera como Él nos ama.

¡Caramba! Me decía admirada. Cuando Jesús en su Palabra nos dice: “El que quiera seguirme, que tome su cruz y me siga”. Nos quiere decir que la cruz es todo aquello que se asume o a lo que se renuncia para asimilarse más y seguir más de cerca quien se ama.
La cruz es fidelidad en el amor, es afrontar con coraje los conflictos y la agresión de aquellos que se sienten seguros de si mismos, es vivir el perdón, es ayudar a llevar la cruz de los demás, es aceptarnos como somos y tratar de dar a los demás lo mejor de si, tratándolos como hermanos.

Le seguí diciendo: Que maravilloso sería que hoy nos sentaremos dejando a un lado nuestros afanes y meditáramos con la ayuda del Espíritu Santo, si estamos siendo realistas y sinceros con la fidelidad al seguimiento a Jesús.
Pensemos y tengamos muy claro que ser un discípulo de Jesús es muy serio. No significa decirle “Si” y después dejar todo tirado a la vera del camino.
Como cualquier proyecto que construyamos, es necesario que miremos los pros y los contras y así, decidir en consecuencia examinando nuestra realidad personal, para cambiar la vida. Eso no es fácil, para ello es necesario el don de la sabiduría que nos enseña hacer todo de la mejor forma.
Para seguir a Jesús, no se requiere que todo lo hagamos a la ligera y sin pensarlo. Él nos invita a elegir lo mejor. No obliga, solo ofrece.

La señora se despidió de mí, entendiendo que renunciar a todo no era despreciar a nadie, sino que era la decisión apropiada por el amor a Jesús.


SEÑOR, PERMITE QUE ASIMILEMOS TUS PALABRAS Y BAÑAMOS DE TÚ AMOR A LOS DEMÁS.
 
posted by Laureano García Muentes at 8:20 a.m. | Permalink |


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