viernes, julio 04, 2008
QUE TU MIRADA IRRADIE A JESÚS

Recordaba hoy las palabras de un Sacerdote quien en años pasados, celebraba de manera maravillosa y muy participativa la eucaristía en la Emisora Minuto de Dios cuando sus instalaciones quedaban en el barrio de Manga muy cerca de mi casa: “Quien responde de manera positiva y decidida la invitación que le hace Jesús para que le siga, en sus ojos se le notará el reflejo de la alegría”.

Y no es mentira, “los ojos son las ventanas del alma”, dice el dicho popular. Así, también lo interpretó Cicerón Emperador de Roma cuando dijo en una ocasión: “El rostro es el espejo del alma, y los ojos sus delatores”.

Él que mira con detenimiento a un portador de la luz de Jesús, descubrirá en el otro, el ardor del amor que siente por concebirse hijo de Dios y discípulo de Jesús; notará el apasionamiento y todos los cambios que se han realizado en su vida, los que revelarán un testimonio de que Jesús vive el Él.

Y es que es así. Ya su forma de mirar es diferente, se producen en él, cambios que son fundamentales cuando no mira las cosas con los ojos del mundo sino a través de los ojos de Dios, cuando se preocupa por el valor que tiene el alma de los demás y no por el de su fama, codicias, avaricias y deseos mundanos.
Y es que San Pablo lo manifestaba abiertamente a todos los que le rodeaban cuando decía: “Ya no soy yo el que vive, sino Cristo el que vive en mí”.

Quien se enamora de Jesús, se liga tanto a Él, que lo hace centro en su vida y su mirada se transforma hasta ver a Dios- Jesús en todo. Ve todo iluminado por esa luz que le irradia Él y las mira como si fueran nuevas.

El proceso de ser un buen seguidor de Jesús, no ha de concluir en la etapa del enamoramiento, sino que ha de ir mas allá; y ello significa, hacer la voluntad de Dios, tomar la barca, atravesar el mar embravecido y tocar tierra aceptando la misión que Jesús nos da, para con la ayuda de Él, ir por todos los lugares anunciando la Buena Nueva y transformando al mundo para que así, sea un lugar donde Dios pueda vivir y donde todos los hombres sean felices, vivan en paz y proclamen la justicia.

“¡Que tu mirada irradie a Jesús!” palabra que siempre resonará en mi mente y que hoy se las dirijo a ustedes, porque fueron ellas precisamente las que me mostraron el sendero de convertirme cada día en un verdadero discípulo de Jesús y en un fiel seguidor del carisma y la espiritualidad que nuestro Venerable Padre Francisco María de la Cruz Jordán, Fundador de la Sociedad del Divino Salvador o Familia Salvatoriana quien nos exhortó a todos sus seguidores para que seamos cada vez más el reflejo perenne del Salvador.

SEÑOR, CONCEDENOS LA GRACIA DE PROCLAMARTE Y HACERNOS APÓSTOLES EFECTIVOS EN EL MUNDO DE HOY
 
posted by Laureano García Muentes at 4:50 a.m. | Permalink |


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