Los hombres y mujeres que desean seguir a Jesús Maestro de manera sincera, han de comprender y vivir las enseñanzas que Él nos propone y que han de sostenernos durante el recorrido de ese camino que se nos señala, para alcanzar la perfección de nuestro ser.

Quien no asume con decisión los aspectos fundamentales de su mensaje y tampoco proyecta su vida al estilo del Maestro, está llamado a derrumbarse, no realiza su vida con solidez y cualquier viento fuerte lo destrona por no haber construido sobre bases fuertes donde se resista a todos los embates de la vida.

El llamado que nos hace Jesús para renovar nuestra vida y cambiar nuestros rumbos, podemos llamarlo, de vida o muerte; por ello, nosotros los cristianos, debemos estar concientes de que su propuesta llegue a lo mas profundo de nuestros corazones y la asimilemos poniéndola en practica.

La construcción de una vida acorde a los principios del Maestro se hace semejante al proyecto de ese hombre que desea construir su casa con todas sus comodidades, bellezas, interiores modernos, pisos enchapados, etc y lo primero que hace es soñar por realizar su proyecto en un sitio seguro y con todas esas cosas necesarias que le permitan a él y su familia subsistir con los principales servicios y que posea toda seguridad.

Todos sin excepción anhelamos obtener la solidez futura en unión con nuestra familia; y no hay hombre en el mundo quien no se esfuerce por conseguirlo.

Jesús nos propone hoy un cambio radical de nuestra vida y con ello, la realización de unos propósitos sinceros, llenos de deseos ardientes de seguirle, confiando plenamente en Él, seguros de que va a nuestro lado enseñándonos los pasos y el camino seguro para no pisar en falso y así, juntos, alcanzar la victoria anhelada que se conjuga en la salvación.

“El que escucha la Palabra y la vive, es sabio y logra encontrar el camino de la Sabiduría, es decir, el camino de la vida”. “El que escucha la Palabra de Dios y la vive, es sabio y logra permanecer vivo y fortalecido en medio de las adversidades” (Prov. 9.13-18)

Los invito a que permanezcamos firmes y decididos a seguir el caminar de la mano del Maestro; y ha que asumamos con plena libertad, el compromiso de ser fieles a su Palabra.

SEÑOR, CONFIAMOS PLENAMENTE EN TI, ACOMPAÑANOS Y GUÍANOS.