Dejar que Jesús sea el piloto de nuestra vida y quien nos conduzca a puerto seguro donde nuestro Padre Dios nos espera ansioso, ha de ser nuestra esperanza como cristianos.

A pesar de nuestras debilidades y fragilidades de la vida, cada día nos va haciendo consientes de la realidad, podemos decir, que quienes creemos en Jesús tenemos fe y confianza que con su fuerza y poder vamos a salir adelante. Él nunca nos deja solos, siempre actúa a nuestro favor y desea que nos acerquemos a Él, lo reconozcamos y le entreguemos el timonel de nuestra vida.

Jesús llena siempre nuestro corazón de lo que nos hace falta para poder continuar y seguir tras Él, siguiendo sus pasos. Para eso es necesario que hoy tomemos conciencia de que a pesar de nuestra fragilidad, Él está pendiente de nosotros, nos guía y capacita para que enfrentemos la vida con alegría y valentía, con la seguridad de que Él nos permite triunfar.

Permanentemente Jesús derrama bendiciones para que superemos todos esos momentos difíciles de nuestra vida, animándonos para que prosigamos en pie de lucha y no caigamos en el desanimo un solo instante.

Cuanto más seamos concientes de nuestras debilidades, podremos salir triunfadores; y así, lograremos todos nuestros objetivos planteados. Tengamos siempre presente que la felicidad es la suma de todos los momentos felices y la consecuencia de las buenas decisiones que tomemos.

Solo Dios nos conoce, sabe quienes somos, que queremos y hacia donde deseamos enrumbar nuestra vida. Abramos pues nuestro corazón y dejemos que sus Palabras penetren hasta lo más profundo de nuestro ser, para que así, podamos calmar nuestras ansias desordenadas y convertirnos en sus verdaderos seguidores.


SEÑOR, TOMA EN TUS MANOS NUESTROS CORAZONES Y COMO NUESTRO GUÍA, CONDUCENOS HACIA PUERTOS TRANQUILOS.