martes, junio 24, 2008
PLANIFICA TU CAMINO CADA DÍA

Cada despertar es el comienzo de una nueva esperanza. Cuando abrimos los ojos cada día, le damos gracias al Señor por habernos regalado la oportunidad de ver, oír, sentir y percatar con nuestro olfato el aroma agradable de las flores.

Tomamos conciencia que estamos ante la presencia de Dios y que somos por Él llamados a brindar ese amor que nos regala a mucha gente y más a aquellas que se relacionan a diario con nosotros. Además, anunciarles con generosidad, la alegría de ser continuadores de la obra de Jesús.

Cuantas cosas hermosas ha puesto en nosotros el Señor y que nos hacen pensar de su existencia. Él nos invita a compartir, siguiendo su ejemplo. Nos regala la capacidad de amar, de tener fe, vivir la esperanza, de ser generosos y solidarios para hacer el bien y animar a enfermos del alma.

Cuantos aún no despiertan y planifican sus esperanzas, sueños e ilusiones, no abren sus caminos diarios y depositan su confianza en la voluntad de Dios. Sus preocupaciones son por las cosas del mundo, el poder, el dinero, los vicios, etc.

Quizás, nos hemos venido acostumbrando a improvisar, a vivir al vaivén de las emociones y a responder de manera primaria a muchas situaciones. Terminamos desenfocados y concentrados en lo que seguramente puede ser circunstancial y accidental.

Quien tiene sueños, ilusiones y esperanzas, se levanta cada día con pie derecho, como muchas veces decimos, es autentico, planificador, es asertivo es decir, sabe responder con frialdad y contener sus emociones.

Planificar es un proceso y ello ha de ir de principio a fin. Quien planifica evitará que lo amilanen los aspectos negativos, maneja de la mejor manera sus incertidumbres y sabrá cuando hay necesidad de detenerse.

Hoy es el día que se hace importante para reflexionar y preguntarnos si de verdad estamos actuando con inteligencia y responsabilidad en la vida y si estamos siendo agradecidos con todo lo que a diario nos regala Dios.
No olvidemos que Dios es nuestro Padre y como tal, no desea que sus hijos encuentren caminos diferentes a los que con anticipación nos entregó.

SEÑOR, SIENTO QUE TU AMOR ME INVADE Y ESTA EMOCIÓN, QUIERO COMPARTIRLA CON MIS HERMANOS.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:50 a.m. | Permalink |


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