
A muchos nos cuesta decir que somos cristianos y que creemos en Jesús- Dios, como Único y Verdadero, Camino de toda Verdad y fuente inagotable de vida.
Nos da miedo darle el “si” y decirle que queremos seguirle moldando la vida nuestra a su estilo y haciendo todo lo que nos ofrece; solo por el hecho de que, nos prevenimos y suponemos que nos quitará algo de eso que según nosotros, nos define como personas o como seres humanos.
Nos hemos creado una falsa imagen de Dios y lo creemos el castigador o esa fuerza poderosa que nos reduce y nos recorta todo.
El mundo nos vende una imagen distorsionada y contraria a lo que en realidad es ese ser creador y dueño único de nuestras vidas. Él, es esplendoroso, amoroso y misericordioso, que nos dice a nuestros oídos con tanta insistencia, que creamos en Él, que lo escuchemos y lo sigamos; porque tiene para cada uno, un universo de cosas hermosas que nos llenan de paz y de felicidad.
Él afán del mundo es apoderarse del corazón del hombre, corrompiéndolo y alejándolo cada vez más de la presencia de Dios. Él, nos muestra ante los demás como torpes, infelices, amargados, incapaces y aburridos. Fuerzas estas que son destructoras y que nos hacen infelices.
Los que nos esforzamos por tener a Cristo centro en nuestras vidas, lo dejamos entrar en el corazón y lo aceptamos como el alfarero que nos moldea la vida cada día, que luchamos junto a Él por volvernos pequeños e insignificantes y así, asumir y vivir a su estilo y a su manera.
Perdamos el miedo y aceptemos a Cristo con la seguridad de que Él no nos quitará nada, antes por el contrario, nos dará todo para que podamos subsistir y ser sus confidentes y amigos.
“Quien se entrega a Jesús, recibirá el ciento por uno”. “Abrid de par en par las puertas del corazón y dejémoslo entrar para así, encontrar la verdadera vida”, nos dice San Pablo.
Quien se apresta a recibirlo, será feliz y saldrá victorioso frente a toda adversidad que se le presente en la vida.
SEÑOR, TÚ ERES VIDA, QUEDATE EN NUESTROS CORAZONES Y REVIVENOS A LA VIDA NUEVA Y ABUNDANTE.