jueves, abril 24, 2008
PODEMOS HACER MARAVILLAS SI TENEMOS FE

Muchos hoy nos preguntamos: ¿Será que Dios nos escucha cuando le oramos o tendrá misericordia por los que sufren las injusticias, hambre, pobreza, y el dolor? Estas preguntas y otras de ese mismo estilo las escuchamos insistentemente entre personas que viven dudosos e incrédulos de la existencia de Dios- Amor y que ponen en duda la fe.

Son muchos los lugares del mundo donde se viven a diario momentos de desencanto, indiferencia y escepticismo ocasionados por tanta crisis a veces provocada por los desastres naturales y otras veces por el mismo hombre, pero allí donde nace la angustia y la desesperación es donde debemos consolidar nuestra fe.
La fe no la podemos poner en consideración de otros, ni mucho menos usarla como un talismán mágico que sirve para solucionar o resolver nuestros problemas, ni como esa droga que recomiendan algunos para aliviar los dolores frente a las necesidades humanas, ¡NO!.

Hay la necesidad de entender que la fe es esa voluntad que soñamos y que todos poseemos para superar todas las dificultades. Ella es un parte de victoria que anteponemos para luchar contra el mal y que solo se logra con la ayuda, la voluntad y el poder de Dios.

Un hombre con una fe firme no piensa en el fatalismo sino que lucha y trabaja con profunda esperanza convencido que puede vencer el mal con el bien y el odio con el amor.
Un hombre con fe tiene la seguridad que en la Palabra de Dios logra llenarse de disponibilidad y de esperanzas, porque con ella es donde asume las responsabilidades con humildad y sinceridad.

Hoy es un buen momento para pedirle al Jesús que nos aumente la fe para tener con ella, una mejor calidad de vida. Que nuestras actitudes sean sinceras y radicales para que vayamos abandonando de una vez por todas esas aspiraciones exageradas que a diario vivimos y soñamos; y que confiemos plenamente en las maravillas que hace Dios cada día por nosotros. Que nos convenzamos de que hay que renunciar cada vez más de esas aspiraciones exageradas de tener dinero y ocupar posiciones sociales que nos van separando de la unión fraterna y de la vida común en la sociedad, las que provocan el desasosiego y la zozobra en el mundo de hoy.

Pidámosle al Señor para que con una fe renovada, profundicemos más en la oración, los sacramentos y la lectura de la Palabra para así, cultivar la confianza y la esperanza en Dios.


SEÑOR, SACIANOS DE FE PARA NO DUDAR UN INSTANTE DE TI
 
posted by Laureano García Muentes at 4:56 a.m. | Permalink |


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