viernes, abril 04, 2008
JESÚS PASTOR DE NUESTRAS ALEGRÍAS

Jesús no solo nos ofrece el perdón de nuestros pecados sino que nos brinda la posibilidad de hacernos hombres nuevos y renovados, libres a las ataduras de la injusticia y de todo mal que pervierte y destruye a los hombres.

Para aceptarlo como nuestra guía, nuestro Maestro y restaurador, es indispensable ante todo que nos aceptemos a nosotros mismos tal como somos, frágiles y limitados que miran con esperanza a Jesús como el Salvador.

Quien se decide seguirle ha de mostrar el rostro sonriente de Él, que anuncia en cada lugar sin miedo o temor con su vida, la autenticidad de ser su discípulo transmitiendo esperanzas y el fruto de la transfiguración.

Jesús, fuente de agua viva y centro dinámico de nuestras vidas. Él se hace para nosotros como el pan partido y el vino derramado que calma la sed y el hambre invitándonos a que compartamos todo lo que tenemos con nuestros hermanos, siendo multiplicadores y accesibles para todos y conductores de la unión fraterna mediante la entrega incondicional del amor.

Una de las herramientas que nos ha brindado para que permanezcamos en la alegría es la oración, el autocontrol y la conciencia recta para lograr vencer las tentaciones.

Todos los hombres tenemos las capacidades necesarias que nos ha regalado Dios para hacer el bien, pero somos constantemente influenciados y amenazados por la tentación que nos conduce a realizar el mal. Tenemos hoy la necesidad imprescindible de desprendernos de todo para presentarnos ante Jesús renovados y libres de toda atadura.

Jesús nos invita con insistencia a cada momento de nuestras vidas a dejarlo todo por Él, a que seamos capaces de remar mar adentro dejando a la orilla del lago nuestras redes de las seguridades, autosuficiencias, cosas superfluas, secundarias y nuestros afanes por las cosas del mundo.
Para ello, necesitamos creer en lo que Él creyó, dar importancia a lo que Él dio e interesarse por lo que Él se interesó, defender su causa y mirar a los demás con sus mismos ojos.


RECORDEMOS QUE QUIENES SEGUIMOS DE VERDAD A JESÚS HEMOS SIDO SALVADOS Y QUE NUESTRO COMPROMISO ES DE SER SALVADORES.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:03 a.m. | Permalink |


1 Comments:


  • At 4:39 p.m., Blogger Rodrigo

    Jesús me enseño que el es mi roca. Antes de convertirme mi roca eran las cosas que tenía, el auto, la cuenta del banco, el trabajo, el titulo universitario, en fin las cosas materiales que habia logrado. Cuando Jesús vino a mi vida me liberó de todas esas cosas, de hecho tuve que cerrar la cuenta, vender mi auto, no tenia trabajo estable, etc. Pero entre más cosas me desprendía tenía más paz. Jesús es espiritu y nosotros debemos ser espirituales y crecer en espíritu. Cultivemos el amor, la paz, la bondad, la fe, la fidelidad solo a Cristo, la sabiduría y todos los dones y frutos que provienen del Espíritu Santo.

     
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