La resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe y de la esperanza.
¡Con Cristo hemos vencido la muerte! ante el dolor y la tristeza, el desaliento y la frustración, la incredulidad y el estupor. "Sea está nuestra alegría y nuestro gozo".
Nuestra vida adquiere una nueva dimensión, porque ya no estamos destinados a la muerte sino a la plenitud de la vida.
Gracias a la fuerza del Resucitado es posible vivir el amor fraterno, es posible cambiar el odio por el perdón y la comprensión, podemos construir junto todos los hombres un mundo nuevo lleno de esperanzas apartadas de las discriminación y la violencia.
Los invito a abandonar al hombre viejo cargado de codicia y materialismo, vanidades mentiras, egoísmos, y con Cristo, unidos definitivamente a Él, amar y servir siendo testigos de la resurrección.
¡ALELUYA, ALELUYA, CRISTO NUESTRO SALVADOR HA RESUCITADO!