martes, abril 08, 2008
JESÚS ES ALIMENTO QUE PERDURA

Hoy vemos muchos hombres afanados por buscan a un Jesús que le responda a sus necesidades, ansias de poder y riquezas, olvidándose que Él es la fuerza espiritual que seduce y nos conduce por el camino de la verdad y de la vida.

Así, envueltos en esa polvareda de ambiciones que les impiden ver el camino que los ha de arrastrar a los deseos de Dios, recurren a terceros, los que llenos de embrujos y sofismas estimulados por el vicio y la avaricia, los engañan con creencias y hábitos extraños que les incitan y les debilitan la fe.

Parece ser que las cosas del mundo y las apetencias mundanas, son un interés común y se olvidan que existe un Dios vivo y presente entre nosotros, que está frente a frente a nosotros deseando que nos desprendamos de esos pensamientos y costumbres, lo descubramos, le escuchemos y le sigamos asumiendo una vida distinta y un compromiso personal de ir modificando nuestras prácticas, mañas y placeres vanos.

No pensemos que esto nos ocurre ahora en estos tiempos, ¡No!, lo notamos en las Santas Escrituras y más exactamente en el Evangelio de San Juan Cáp.6, 22-29 cuando a Jesús se le acercaron un grupo grande de personas después que Él realizó la multiplicación de los panes y peces y Él con autoridad les dijo: “Me buscáis, no porque habéis visto signos de quien soy, sino por el interés y porque comieron pan hasta quedar saciados”.

Cuantos hoy queremos comprar un milagro de Jesús y recurrimos a colocarle veladoras y hasta realizar novenas, sin hacer el buen uso de las formas religiosas que han de expresar nuestra fe y cuando no vemos sus efectos, nos enojamos y hasta nos distanciamos de nuestra religión.

Jesús es el pan que nos da la vida, la esperanza y nos llena de fe. Él, nos alienta la alegría y nos aparta las tristezas y desencantos. Él es el alimento que perdura para la vida eterna.

No permitamos que los afanes del mundo nos distraigan y desvíen de la presencia de Dios. Oremos y pidámosle que nos llene de su Espíritu Santo para que comprendamos que la vida cristiana no se caracteriza con el deseo desmedido de poseer y acumular riquezas, sino que ha de estar centrada en el amor y la caridad.

SEÑOR, TU NOS CONOCES Y SABES NUESTRAS NECESIDADES. AYUDANOS A SER COMO TU QUIERES Y QUE TE SIRVAMOS DESINTERESADAMENTE.
 
posted by Laureano García Muentes at 9:35 a.m. | Permalink |


1 Comments:


  • At 11:06 a.m., Blogger Rodrigo

    Creo que el problema de millones es que no han nacido de nuevo. Tienen vida material pero no tienen vida espiritual. Esta vida espiritual la da Cristo y el primer paso es reconocerse falto de Espíritu Santo ("Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo."). El segundo es reconocer a Jesús como el único que tiene el poder para transformarte y darte vida espiritual.

     
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