domingo, diciembre 16, 2007
UN TIEMPO PARA COMPARTIR

Cuando hablamos de Navidad, hablamos de la presencia de Dios entre nosotros, por eso la Navidad se caracteriza por la alegría que sentimos, las ganas de compartir y sentir el bienestar solidario, manifestado en todo ese colorido que le da ese aire de “vivir en familia” este tiempo de Adviento que nos prepara para celebrarlo juntos, todos los cristianos en el mundo.

Gracias a esa presencia de Dios entre nosotros, tenemos todos los deseos y las fuerzas para renovarnos, para cambiar nuestro rumbo y ser de hoy en adelante personas nuevas. También, podemos registrar un balance del año que va a terminar cargado de mucho entusiasmo, éxitos, esperanza y alegrías.

Dios nos ofrece una nueva oportunidad en la vida para ser más comprometidos con la misión que nos encargó, para ser misericordiosos y solidarios acogiendo en nuestros corazones a todos aquellos que hoy necesitan de nosotros.

Él, en la debilidad y fragilidad de un niño pobre, que sintió como nosotros la dureza de la vida nos enseñó el amor, la humildad y su nobleza por encima de la maldad y la desidia, que con frecuencia, caracteriza nuestro ambiente post-moderno.

Es importante que nos dejemos contagiar por la alegría de la Navidad y vivamos a plenitud el misterio de Dios con nosotros, abramos nuestros corazones y hagamos de nuestras familias un lugar de acogida, de respeto y defensa de la vida, donde Dios siempre esté presente en nuestro compartir diario.

Que lo que nos falta del año 2.007 sea para todos unos días de alegría, bienestar y de mucho amor en familia y muy unidos con quienes compartimos a diario nuestra vida.

A todos ustedes que han ido fortaleciendo este sitio, quiero desearles una feliz Navidad y prosperidades en el año Venidero, donde las gracias que Dios nos brinda inunde sus corazones generosos.

Le expreso a cada uno gratitud por su confianza y constancia.


FELIZ NAVIDAD 2.007
 
posted by Laureano García Muentes at 5:55 a.m. | Permalink |


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