domingo, noviembre 25, 2007
A FORJAR LOS ANHELOS PARA MOVER NUESTRA VOLUNTAD

Al despertar hoy pedí al Dios que nos regala la vida, nos alimenta el alma, nos fortalece y enciende el espíritu, que me ayudara a tener sabiduría para poder sacudir el corazón de muchos hombres y mujeres en el mundo, haciéndolos instrumentos dentro de su cotidianidad del mensaje de salvación que nos entregó Jesucristo como misión y que enseña el camino verdadero que conduce hacia Él.

Que bueno sería que en ésta semana última del tiempo Ordinario; antecesor al tiempo del Adviento, es decir, ese tiempo comprendido entre las primeras cuatro semanas del mes de Diciembre, donde todos los hombres nos preparamos para recibir en nuestro corazón a Jesús; nos ideáramos unos propósitos de cambio ayudados por el Espíritu Santo y nos movamos a interiorizar y meditar los últimos mensajes que se nos han brindado del Evangelio de San Lucas donde Jesús nos habla del Reino.

Mediante unas actitudes claras y decididas, haciendo sacudir nuestra voluntad, nos propusiéramos unas intenciones y proyectos firmes y radicales, fijando solo nuestra mirada hacia ese puerto de llegada donde Dios nos ofrece gozo y esperanza.

“El tiempo se ha cumplido” nos dice Jesús. Es este, un tiempo de reflexión donde todos los hombres sin excepción, debemos procurar llevar a las puertas del pesebre donde ha de nacer Jesús, el mejor de los regalos.

Somos y queremos ser forjadores de esperanza. Y si verdaderamente sentimos y deseamos ser sus verdaderos y seguros seguidores, los multiplicadores del Reino en todos los lugares del mundo, hoy se hace necesario el esfuerzo de ser hombres nuevos y renovados, que deciden con libertad colmarle al niño Jesús su corazón con el gozo de nuestras actitudes de gratitud por su gesto de hacerse Dios hombre y de venir a brindarnos la salvación.

Yo diría que el mejor de los regalos sería, devolverle con fidelidad nuestro compromiso de ser sus herramientas e imitadores que ligan el corazón con su amor bondadoso y misericordioso llevando gravado como un sello en el corazón, el ser unos discípulos efectivos en el mundo de hoy.


¡QUEDATE CON NOSOTROS SEÑOR!, HOY EL MUNDO NECESITA DE OBREROS QUE TRABAJEN CON AMOR Y ACOMPAÑAMIENTO SINCERO PARA LA GLORIA TUYA.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:38 a.m. | Permalink |


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