domingo, noviembre 04, 2007
A REALIZAR DE VERDAD UN PROYECTO DE VIDA

A diario cuantas cosas inventa el hombre; nuevas tecnologías, viajes espaciales, luces multicolores, aparatos digitales, espectáculos con sonidos, etc, etc, que incitan a la libertad y a la creatividad. Que maravilla, así nos creo Dios: Para que seamos libres y prosigamos la creación del mundo.
Por eso y por toda su gratuidad hay que darle constantes gracias. Él nos ha regalado la vida, la inteligencia, unos dones y unos magníficos ingenios que nos dan la capacidad de crear e inventar.

Pero hoy me he puesto a pensar que somos muchos los que nos hemos dejado arrastrar por la fama, el poder y el dinero producto de tantos ingenios e inventos, porque los hemos endiosado tanto que nos olvidamos definitivamente del ese ser amoroso, que nos ha dado la capacidad de realizarlos. ¡Qué desidia!

Y es allí precisamente donde quería llegar; porque veo que existe una miseria interior que nos hace seres incapaces de vivir con libertad y de amarnos unos a otros con respeto y pasión.

Parece insólito ver como la miseria interior que el hombre viene cultivando por su entrega casi incondicional a las cosas del mundo, lo haga cada día incapaz de construir su vida basada en hechos concretos y con la ayuda de Dios. Porque entrega todo su tiempo por realizar maravillas externas, que ayudan para el desplome espiritual y a una profunda degradación interior.

Nuestra vida ha de estar llena de realidades si de verdad queremos realizar nuestro proyecto de vida. No me opongo a que seamos creativos, juguemos y nos divirtamos, pero de verdad, es que toda las bellezas que debemos aflorar externamente ha de salir de un corazón lleno de valores y de una belleza interna, que nos haga agradable y atractivos ante los demás.

Las cosas del mundo son atractivas y nos engañan llevándonos a esclavitudes que pervierten y someten. Hay un dicho que dice: “las apariencias engañan” y es muy cierto, porque ellas se visten de bellezas matizadas que seducen y terminan acabando con la vida.

En medio de tantos dioses que posee el mundo, está la mirada tierna, humilde, sencilla y misericordiosa del Verdadero y único Dios quien nos espera pacientemente con los brazos abiertos. Él está dispuesto a ayudar a quien le pide con constancia y perseverancia. Para ello, es necesario buscar sacar de lo más profundo del corazón todas esas cosas que nos engañan y nos someten. Y con profunda decisión, libertad y arrepentimiento, imploremos su ayuda para construir un verdadero proyecto de vida que nos conduzca a su encuentro definitivo.

Recordemos que constantemente somos tentados por los dioses del mundo, quienes buscan con insistencia aprovecharse de nuestros vacíos y necesidades.


ORA AL SEÑOR CON INSITENCIA PARA QUE TE AYUDE A REALIZAR TUS PROPUESTAS DE VIDA NUEVA.
 
posted by Laureano García Muentes at 3:51 a.m. | Permalink |


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