domingo, octubre 28, 2007
SOMOS VALIOSOS

Leía en evangelio del Apóstol San Marcos el Cap.6.30-44 y analizaba con mucho detenimiento el gesto del joven que se le acercó a Jesús y colocó a disposición de Él, cinco panes y dos peces que llevaba en su mochila después de haberlos obtenido quizás durante una ardua jornada de trabajo y quien sabe con cuantas dificultades.
No se sabe, si eso era lo único que llevaba consigo para el sustento de su familia, pero lo que hoy nos ha de marcar, ayudar a meditar y reflexionar, es esa seña significativa sobre su actitud, que invita a dejar y darlo todo por el servicio al Maestro en beneficio de toda la humanidad.

Fueron cinco panes y dos peses que cedió para alimentar cinco mil hombres. Un hombre joven con mirada tierna y absorbida por el encanto de las palabras que pregonaba Jesús. Su disposición era de seguirlo, de estar a su lado, de demostrarle su gozo por encontrarlo en su camino, por la alegría que sentía por haberlo conocido y por esa imaginable sensación que tenía de llevarlo dentro de si, en su corazón.
Su compromiso era contribuir con su aportación para saciar el hambre de muchos hombres. Él, con mucha decisión y con profunda libertad, sacó de su humilde mochila lo poco que tenía y lo entregó sin temor, para el alimento de muchos.

Cuantas cosas nos ha dado Dios que sirven para contribuir a suplir las necesidades de muchos. Con cuantas cosas contamos: nuestra inteligencia, nuestras virtudes, nuestros saberes, etc. Posibilidades que ayudarían a los que aún siguen absorbidos por las injusticias sociales y no poseen lo necesario para subsistir; aquellos que no poseen la guía necesaria para que puedan abrirse en construir su vida y su historia junto a su familia y la sociedad, con dignidad, en paz y justicia social.

Muchos piensan más de dos veces como entregarle al Maestro algunas de sus cosas que poseen y guardando distancias, con egoísmo y recelos, se limitan en poner en sus manos unas pequeñeces de los dones y servicios que Él nos regala y que son indispensables para alimentar y ayudar a la humanidad. Otros solo se ofrecen como gentiles haciendo ver que son generosos, dan un pan material sin que les interese satisfacer las necesidades espirituales y afectivas de aquellos que nunca las han teniendo y no ofrecen su vida como un servicio para brindarles el pan que los conduzcan al pleno conocimiento de Dios, que les ayude a confortarse y transformarse en personas libres, sin miedo y sin el temor, para liderar los cambios que conduzcan a muchos al bienestar familiar y social.

Somos valiosos créanlo o no y estamos hechos por Dios para triunfar y ayudar a que triunfen los demás, pensemos que nuestro corazón es un manantial de agua viva que emana el amor de Dios, que posee cualidades a las que podemos echar mano para cumplir los sueños que nuestro Padre Celestial desea que cumplamos.


TODO LO PUEDO EN TI SEÑOR PORQUE TU NOS CONFORTAS.
 
posted by Laureano García Muentes at 1:12 p.m. | Permalink |


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