
La vida cada día trata de hacernos concientes de muchas realidades con todos sus ataques y situaciones difíciles en las que tenemos que sufrir muchas veces, pero a pesar de todas esas cosas existe algo muy importante, la creencia en Dios del cual, obtenemos la fuerza y el poder para luchar y seguir adelante volteando nuestras páginas.
Voltear la página significa comenzar de nuevo, es decir, tener el deseo de cambiar y empezar a construir una vida diferente sobre bases sólidas, llenas de mucho amor, solidaridad, fraternidad y disponibilidad. Comenzar de nuevo, es estar dispuestos, es sacudirnos de todo aquello que nos estorba y nos esclaviza, de tener libertad y andar por los caminos que señala Jesús. Es liberarnos de la codicia, el egoísmo, el deseo de aparentar lo que no se es y de dominar a los demás.
El seguimiento de Jesús es claro y transparente. Él cada momento con su palabra nos motiva a pasar de un extremo a otro, a que lo invitemos y dejemos entrar en nuestra casa, a decirle que se quede porque llega la noche y se hace tarde.
Él como Dios Creador de todo lo que existe, nos quiere libres y felices. Como Él, nadie nos ama, nos acoge, nos valora, nos perdona y sana nuestro interior de los traumas causados por querer llevar una vida distinta a la que nos señaló.
Hacer una revisión de la vida, nos ayuda a descubrir nuestras experiencias y dificultades, a sacar todo aquello que guardamos en lo más profundo del corazón y que nos atrevamos a voltear la página.
Para que vivamos una verdadera experiencia de vida y un encuentro serio y sincero con Dios, es necesario abrir el corazón y dejar que la luz de Jesús invada nuestro ser e ilumine cada uno de los rincones de nuestra casa y recorriendo con ella todos los caminos de la vida, podamos descubrir las llagas que nos queman y a pedirle su ayuda para sanarlas.
Recordemos que Dios nos ama, nos mima y nos llena de ternura desde antes de nacer con amor de Padre. Nosotros como sus hijos predilectos, tenemos que corresponderle abriendo nuestros corazones y brindándole el deseo de voltear la pagina de nuestra propia historia.
Atrévete a voltear la página y deja que Jesús sane tu corazón.
SEÑOR LLENA MI SER DE TU PRESENCIA Y PERMITE QUE VIVA LA EXPERINCIA DEL GOZO DE TU AMOR