lunes, julio 16, 2007
MI FAMILIA, UNA INVERSIÓN QUE VALE LA PENA

Muchas son las expresiones que escuchamos en la calle y que valen la pena resaltar sobre lo que verdaderamente ha de ser una familia.
Algunos no lo consideran así, y hasta hablan de ello, como si fuese el matrimonio un martirio. Se nos platica muchas veces de rentabilidad y de términos financieros, pero al fin de cuentas, lo que vale es la familia y la unión familiar.

Cuando hablamos o escuchamos a alguien referirse al término inversión, inmediatamente se nos viene a la mente que estamos describiendo algo económico, lucrativo e inclusive a un mercado de capitales. Nunca se nos ocurre pensar que también ese termino lo podríamos relacionar con la familia.

La familia, como cualquier negocio se inicia con una pequeña inversión la cual en el transcurrir de los tiempos, se revierte en algo productivo, que nos permite obtener la solidez y la seguridad que buscamos.

Se constituye una familia mediante la unión de dos personas, hombre y mujer que se aman y que juran ante Dios y la comunidad vivir unida para toda la vida, soportándose y entendiéndose el uno al otro y proponiéndose permanente amor. De esa unión provienen los hijos y se instituye así, la familia.

Padre y madre dan lo mejor de sí, para educarlos, vestirlos y brindarles una excelente formación personal y familiar. Inversión que se verá reflejada en el tiempo y en el espacio, cuando ellos ya adultos, culminen sus estudios e inicien la conformación de sus hogares.

La mejor inversión de una pareja que se ama y se une bajo el vinculo del matrimonio, es formar una familia donde sus miembros se brinden el amor, la fraternidad, la solidaridad, el afecto, la confianza, el buen ejemplo y se estimulan unos al otro para el dialogo y la comunicación.

“Hagan lo que Él diga” fue la frase de la Virgen María que significó el compromiso de la familia para vivir la plenitud del encuentro con el Señor.


BAJO LA SOMBRA DE LA CRUZ NACE Y CRECE UNA FAMILIA TESTIMONIO DE VIDA PARA EL MUNDO.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:45 p.m. | Permalink |


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