jueves, julio 05, 2007
COMO ENCONTRARNOS CON DIOS

Hoy en día es necesario que afiancemos la presencia de Dios en cada unas de las situaciones de nuestro diario vivir, para que nuestras acciones y actuaciones tengan un sentido. En Dios encontramos el consuelo, la feliz esperanza, la firmeza y el aliento que nos ayuda a actuar y obrar.

Muchos son los caminos que nos llevan a encontrarnos con Dios, como también son muchas las pistas que nos ayudan a reconocer su presencia entre nosotros, ellas están en nuestro entorno, las palpamos a diario y son: la naturaleza y el aire que respiramos, el corazón, los acontecimientos de la vida, el dolor, los sufrimientos y los gozos.

Si vivimos desde la fe la experiencia de Dios, aprenderemos a vivir como se ama a los demás y a quitarnos de encima todos los elementos que nos restan fuerza para encontrarlo de verdad.

Cuando somos capaces de decir “yo no soy todo”, “yo no soy el dueño de mí ser”, podremos afirmar que creemos en Dios. Y esa fe nos hace fuertes hasta el punto que nos ayuda a que trascendamos a la verdadera felicidad.
Dios es la fuente de la vida y como tal, está en cada uno de nosotros.

Cuando poseemos el deseo de vivir de manera honesta y generosa, cuando nos esforzamos en convivir de una manera justa, equitativa y pacifica, cuando trabajamos por la defensa de la dignidad de todas las personas, cuando sentimos la necesidad de dar y recibir, de tener un acercamiento personal con el hermano de manera servicial y solidaria y cuando sentimos la necesidad de renovarnos y cambiar para vivir una vida nueva llena de esperanzas, vivimos el encuentro con Dios.

En la experiencia de la vida diaria, en el trabajo bien hecho, en el niño que nace, en el disfrute de un paisaje, en la contemplación del mar, en lo frágil y liviano de las cosas, en las añoranzas y anhelos, en la soledad, en las dudas, la confusión, el sufrimiento y en la muerte, está la presencia de Dios.

Dios es amor gratuito, por ello, ¿que mejor camino podría haber para encontrarnos con Dios?, El abrirnos gratuitamente a Él mediante el amor y acompañamiento cercano al pobre y al más necesitado, buscando generosamente el bien del hermano y trabajando de manera desinteresada en construir una sociedad justa y solidaria, cumplimos los deseos de Dios.

“Debéis ser hombres de fe, y por consiguiente tener una gran confianza. La esperanza nace de la fe. Si queréis realizar grandes obras para la gloria de Dios y para la salvación de las almas, debéis tener una fe muy grande y poderosa, unida a una gran confianza”. P. Jordán P. y E. Cap.2.12


DESAFIEMOS Y BUSQUEMOS LA MANERA DE ENCONTRARNOS PARA VIVIR COMO DIOS
 
posted by Laureano García Muentes at 4:14 a.m. | Permalink |


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