jueves, junio 14, 2007
EL EVANGELIO ENSEÑA A CONOCER, AMAR Y SEGUIR A JESÚS.

Como cristianos tenemos la necesidad de leer y meditar el Evangelio para descubrir y valorar la fe en la persona de Jesucristo.

Él nos motiva y prepara como discípulos para asumir los retos de enfrentarnos al mundo mediante proyectos que invitan a conocer, amar y seguir a Jesús, como un servicio; ayudando a nuestros hermanos a que vivan la experiencia del encuentro con el Señor.

El Evangelio es la palabra viva de Jesús que nos ayuda a entender que Dios es parte de nuestra vida. Es la fuerza que nos capacita y ayuda a concebir y aceptar a Jesús. Es el texto guía que nos invita a continuar como discípulos los mismos pasos del maestro, Es el incentivo que nos lleva vivir y cumplir la misión que nos encomendó Jesús el día de su ascensión y es la expresión del Resucitado que nos envía por el mundo a continuar la tarea de cambiar al hombre haciéndolo más justo y solidario.

Vivir y sentir el Evangelio es una experiencia que nos alimenta y fortalece el espíritu y nos da impulsos para seguir con decisión el camino de una vida integra y consagrada como testigos y signos de la prolongación visible de la acción del Espíritu Santo en Pentecostés.

Al dar el sentido y la admiración a la persona de Jesucristo cuando leemos los Evangelios, nos ayuda a que percibamos en sus palabras y criterios, en sus gestos y actitudes, en sus reacciones ante las personas y ante las situaciones, aunque a veces parezcan desconcertantes, la necesidad primordial de hacernos como Él; unos lideres que se atrevan a anunciar y denunciar las injusticias sin temor y a predicar con la fuerza del Espíritu Santo las verdades del Reino de Dios en medio de la desesperanza y la tribulación.

Cuando estudiamos el Evangelio nuestro amor a él se aumenta, porque Dios se hace presente y nos va alimentando con su amor. Es por ello, que, cada vez más sentimos la necesidad de vivirlo con intensidad. Él nos ayuda a superar y purificar nuestras ideologías, haciéndose un instrumento privilegiado de nuestra conversión personal. El Evangelio sensibiliza para que nos abramos a la realidad del mundo y ha que nos descubramos como servidores incondicionales de Dios.

SI ENTRAMOS EN COMUNIÓN CON LA PERSONA DE JESÚS, ES PORQUE CREEMOS QUE ÉL TIENE ALGO QUÉ DECIRNOS PARA CAMBIAR NUESTRA VIDA- CONÓCELO, ÁMALO Y SÍGUELO-
 
posted by Laureano García Muentes at 4:44 a.m. | Permalink |


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