martes, abril 17, 2007
HAY QUE CREER PARA VER
”Solo viviendo la experiencia de la fe podemos ser testimonios del Resucitado”, nos proclamaba el domingo en su homilía el padre Hugo Jaramillo, Religioso Salvatoriano, cuando exhortaba a toda la comunidad de Manga a demostrar con hechos y acciones una vida autentica y coherente a los principios del Evangelio.

Su frase me dejó ansioso. Y ya en casa, luego de leer y analizar el Evangelio de San Juan Cáp. 20. 19-31 que correspondió para este día, pude comprender que muchos hombres y mujeres de hoy viven con la misma duda que Santo Tomás manifestó a sus amigos al poner como incierta la resurrección de Jesucristo. Vemos pues que aún exteriorizan su vacilación y declaran esa frase: “Ver para creer”.

Ante esas dudas, repetimos con insistencia ciertas manifestaciones ante las situaciones donde debemos poner de manifiesto nuestro deber y compromiso de cristianos. Es así, que damos muestra de esa debilidad que tenemos de nuestra fe y de como es de incierta su consolidación.

Nos mostramos inseguros y temerosos, nos vamos cerrando a vivir aislados y encerrados, llenos de miedo, nos angustiamos y no encontramos los medios necesarios para asumir de verdad nuestro reto y nuestros compromisos de bautizados, seguidores de Jesucristo.
Aún estamos demostrando al mundo la desorientación y el recelo que vivieron los discípulos cuando Jesús fue crucificado y más aún, la incredulidad de Santo Tomás.

No nos reunimos en comunidad de fe para orar y compartir acontecimientos y hacerle frente a las situaciones que se vivencian en el mundo actual, sino que las evadimos y ni siquiera nos interesamos en descubrir en esas situaciones y circunstancias actuales, los signos que Dios nos da como mensajes para salir de ese encierro y proclamar la vida, la esperanza y la misericordia que despierten, levanten y hagan resurgir a muchos a salir de su encerramiento para recibir la fuerza del Espíritu Santo, que fortalece y enseña con sus gracias como expandir por el mundo entero la misión que el mismo Cristo nos entregó como Discípulos: “Dar a conocer al único y verdadero Dios y a su enviado Jesucristo como el Salvador en todo tiempo y lugar donde su amor nos inspire”.

Solos no nos podemos salvar a pesar de que vivamos la cultura del individualismo. Los cristianos tenemos el compromiso ineludible de ser signos de esperanza y de amor.

“Dichosos los que crean sin haber visto” Jn.20.29
 
posted by Laureano García Muentes at 7:25 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>