viernes, marzo 23, 2007
¿ ESTAMOS SIENDO INDIFERENTES ?
Cuando me refiero a la actitud de ser indiferentes, reseño a esas personas que por no reconocer su deber de mejorar o por querer mostrarse conformes al enterarse de las cosas que suceden a su alrededor, optan por tener una actitud pasiva y hasta perezosa. Prefieren ser de esa manera y viven en una “vida cómoda”, “sin sobriedad” y acaban siendo egoístas.

El egoísta cuando consigue lo que le apetece, encuentra una satisfacción superficial; si no lo logra, se derrumba y busca la evasiva por sobre cualquier cosa para no comprometerse. Esa apatía esta causada por una deficiencia de temor para luchar, aguantar y seguir adelante. Para los que son así, les recomiendo la virtud de la paciencia, que consiste en soportar sin tristeza los abatimientos físicos y morales que se nos dan en la vida.

Este tema lo he traído para que reflexionemos sobre esas actitudes que muchas veces tomamos frente a diferentes circunstancias donde nos mostramos ajenos y sin que ni siquiera nos interesemos de muchas cosas, solo por no asumir de manera directa y responsable actitudes que van en beneficio nuestro, de nuestra familia y de la sociedad en general.

Es así como por ejemplo: ¿Cuantos descuidan hasta su propia salud por estar obsesionados del poder, del dinero y de las cosas súper fugas? ¿Cuantos habemos que no nos interesan los pobres, los desplazados, los sin justicia social, etc; solo por el hecho de que estos son considerados por la sociedad actual como basuras o desechables y que traen muchos perjuicios dizque por qué a través de ellos se genera el vicio, la muerte, las masacres, los robos, etc?

Hoy no es raro encontrar tanta indiferencia. El colmo de los colmos es cuando encontramos padres que no aman a sus hijos, madres que abandonan desde su nacimiento a sus bebes, conflictos entre padre e hijos y viceversa, muertes y asesinatos a diario, violaciones a los derechos fundamentales, abortos provocados, etc, etc. Barreras tan grandes que parecen ir creando en nuestros corazones ese endurecimiento y esa apatía causada por nuestro temor a luchar.

Cuanta gente tranquiliza su conciencia delante de la miseria del pueblo y busca la evasiva desligándose de toda culpa y por sobre cualquier cosa, no se compromete. Sus actitudes son semejantes a los fariseos en la época de Jesús, quienes afirmaban que “amaban al prójimo, mas no a los otros”. Parece que su mayor problema era el descifrar quien era el “prójimo”.

Así lo podemos percibir cuando leemos el Evangelio de San Lucas Cáp. 10. 25-37. Los invito pues, a que descubramos esa escala de indiferencia que poseemos y en esta palabra de vida, lo que quiere Jesús que hagamos de hoy en adelante.

Preguntémonos: ¿Es acertada las actitudes que tomamos muchas veces frente a la miseria del pueblo? ¿Has hecho de corazón alguna vez el papel de buen samaritano? ¿Cómo podrías tu aportar para que la gente cambie de actitud y aprenda a ser como el buen samaritano? ¿Cómo crees tú que deben hacer hoy las personas para hacerse prójimo de otros? ¿Estas siendo indiferente ante tantas cosas en tu vida?


SI NOS AMAMOS UNOS A OTROS, DIOS VIVE EN NOSOTROS.

¡NO SEAS INDIFERENTE!
 
posted by Laureano García Muentes at 5:39 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>