domingo, abril 29, 2007
CRISTO NOS CONDUCE HACIA LA ESPERANZA
Quienes creemos que Cristo es el camino, la verdad y la vida, disfrutamos una vida con sentido. Por qué caminar con Cristo es caminar en la esperanza de encontrar a plenitud el amor. Y ese amor, se busca y se vive en medio de la experiencia de la salvación que se percata mediante la liberación del miedo, del egoísmo y el dejar la vida sin sentido.

La vida es un camino por donde todos los hombres transitamos. Y mientras dure ese caminar, nos surgen muchas preguntas, muchos porqués y paraqués que no alcanzamos muchas veces a descifrar.
La gran preocupación de muchos es conocer el futuro y las cosas que les deparan, en medio de tantas dudas e incertidumbres. Entonces, recurren a brujos, horóscopos y adivinos, para que le vaticinen lo que les va a suceder con su vida, su trabajo o situación económica. Se niegan en descubrir todo lo bueno que hay en su ser y en la vida.

Dar sentido a la vida, es darle un norte y una orientación. Por ello, la esperanza es la base fundamental que le da sentido a la orientación y ella solo la logramos cuando confiamos en Dios y creemos que Cristo es el Salvador.

Una de las principales virtudes del ser humano que le ayuda a solidificar y darle forma al sentido de su vida, es vivir a plenitud el amor. El amor le da la absoluta paz a su vida y consigo mismo. Cuando el hombre no logra impregnarle amor y esperanza a sus cosas, vive en constante zozobra, en lo absurdo y entonces la frustración se adueña de su ser.
Por eso es importante que nos tracemos objetivos en la vida y que la construyamos basada en nuestra propia lista de cualidades y en proyectos realizables, cimentados con esas pautas que nos enseñan las Santas Escrituras y los valores con que Jesús nos educó.

La esperanza para el cristiano tiene fundamento en las palabras que el mismo Jesús pronuncio y que están escritas en el Evangelio de San Juan Cáp. 14. 1-6 y también en la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos Cáp.6, 3; 8-9; 8, 10-11; 16-18, citas que te invito a leer y meditar.

Quien vive la experiencia de Cristo, vive una vida desinteresada, apasionada, en paz y llena de esperanza.

“EN LA CRUZ RENACEN LA VIDA Y LA ESPERANZA”
P. Francisco María de la Cruz Jordán
 
posted by Laureano García Muentes at 8:47 a.m. | Permalink |


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