jueves, febrero 08, 2007
UN SUEÑO AL FUTURO
En estos días que se inician las clases en los diferentes colegios de la ciudad, recuerdo una experiencia que viví en los tiempos que me desempeñaba como profesor de secundaria.
Al regresar a clases después de haber disfrutado unas largas vacaciones de fin de año, en los colegios, los primeros días de clases, siempre se desarrollan con actividades que por lo general despliegan los estudiantes y que les permite integrarse y conocerse entre sí y compartir con antiguos y nuevos alumnos, quienes comentan lo que vivieron y realizaron en sus días de descanso, sacando de ellas valiosas experiencias.

Me correspondía para ese día en el grado VI a quienes les dictaba además de la cátedra de Matemáticas, la de Religión. Mande a dibujar a los estudiantes el Cielo. Ellos, me decían un poco perturbados, profe, como así que el cielo, si no tiene forma, solo se ve en él, nubes y un espacio azul. Yo les decía, ¿y no ven más allá?

Un joven de 11 años aproximadamente, con buena presencia que permitía suponer que vivía bien acomodado con sus padres, dibujó una piscina, un bosque, muchos niños y Dios sentado a un lado, observando tranquilo y contento la alegría de sus criaturas. Debajo del dibujo colocó esta frase: “No solo para vacaciones sino para siempre, no solo para ricos sino para todos”.

Otro con apariencia pobre y con mucha sencillez dibujó una procesión: En ella iba una cantidad de gente cantando una canción muy alegre que transformaba la tristeza en un ambiente jubiloso. Dios caminaba con ellos y aprovechaba para hablar con una mujer pobre muy bien vestida.

Estos dos dibujos me impactaron ante todos los demás; y me dije para sí: Caramba estas dos experiencias dejan entrever la verdadera realidad del hombre, soñar en un futuro mejor. Es el reflejo de la esperanza que ellos sueñan.

Como la clase se extendía por dos horas, escogí estos dos dibujos y los coloque en la pizarra con unos chinches y le pedí al grupo que lo analizarán y meditarán contemplando lo que en ellos se reflejaba.

Pedí unos minutos de silencio y aproveche para leerles pausadamente dos apartes del libro del Apocalipsis (21, 1-7 y 22. 3-5), diciéndoles que compararan lo que para ellos les significaban los dibujos con el texto, sacando de ellos los mejores resultados.
Les hice esta observación que hoy recuerdo: Todo lo que más deseamos y soñamos en la vida, encuentra una respuesta aquí, en este mundo. ¿Cuál será?


Les leí nuevamente los textos y les pedí que en sus cuadernos fueran enumerando una a una las cosas que Dios nos tiene reservadas para el futuro; les pedí que las compararan con los cuadros y la vida que cada uno realiza o vive, y que esas diferencias las anotaran en sus cuadernos.

Les pregunte: ¿Si a ustedes les permiten por unos instantes dirigir el mundo que le pedirían a los hombres y mujeres de los pueblos, ciudades, países, nuestra sociedad, nuestro colegio, nuestra casa, para que entren en el futuro de Dios?

Después de dejarlos trabajar en silencio unos treinta minutos aproximadamente, le solicité a tres estudiantes que leyeran y explicarán sus conclusiones. Escuche sus comentarios y concluí la clase con esta observación:

Los cristianos debemos ser una muestra y un ejemplo del futuro. Debemos mostrar con nuestra vida que el futuro que Dios nos ha preparado es posible alcanzarlo. Por ello, cada uno desde su medio de vida, trabajo y condición social, debe desde hoy comprometerse a colaborar en la construcción del futuro de Dios, es decir, trabajar para que el hombre cambie de actitud frente a la vida que lleva y explicarle a la luz de la palabra de Dios, que atreviéndose a detener sus pasos que lleva por caminos equivocados, puede volver a iniciar con la ayuda de Jesús, una nueva vida llena de fe, alegrías y esperanzas hacia su vida futura.

Y después de vivir esta bonita experiencia, sonó la campana para el descanso, salimos de clase y nos fuimos a descansar con la satisfacción de haber provocado en los estudiantes inquietudes que pensarían y llevarían vivas a sus casas.

A ti querido lector te pregunto: ¿Qué vas a realizar desde hoy en concreto para poner en práctica todo esto? Te invito a que Leas y analices los textos citados en ésta experiencia y empieza a soñar el futuro

Jesús hoy, nos habla en Parábolas sobre el Reino de Dios. Y con un lenguaje sencillo y cotidiano trata de hacernos entender lo que significa la casa de Dios.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:50 a.m. | Permalink |


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