martes, diciembre 19, 2006
VIVIR ENTRE DOS AGUAS
En estos días me encontraba con un amigo quien me decía: Mira Laureano, cuando llega esta época de navidad y año nuevo a mi me da mucha nostalgia, tristeza y desesperación, porque son tan difíciles para mi. Yo le decía, ¿por qué? Y él me respondía: Figúrate, es que tengo dos mujeres, dos familias, y eso de la navidad y del año nuevo me trae problemas, porque no se donde he de celebrar, es decir, si con mi esposa y mis tres hijos o con mi nueva mujer y mi nuevo hijo.

Respondiéndole le dije: Que cosa tan desesperante ha de ser y la forma como te has de sentir. No has pensado en estos días de adviento, preparativos para celebrar la navidad, sobre esta situación que se torna absurda?. Y te lo digo no porque te quiera regañar, sino que esa organización nos lo pide Dios. Cambiar para vivir mejor.
Tenemos que organizar nuestra vida, no podemos pretender vivir siempre en lo mismo, vivir entre dos aguas o sirviendo a dos señores al mismo tiempo.

Se que sufres por dentro a pesar de que por fuera des la impresión de ser feliz y de tenerlo todo. He allí tu problema.
No sabes como ubicarte y estar en ese dilema es terrible.

Mira sabes, Yo también pase por esa situación y me lamento haber perdido ese tiempo, porque no disfrute en esos años verdaderamente el amor que se vive en familia.
Hoy se habla mucho de la familia nuclear, sabes que significa? Y me respondió: Más o menos. Proseguí: La familia nuclear es como su nombre lo indica el núcleo principal donde se vive y se fermenta el amor, donde se comparte todo, se viven los valores y lo principal se construye un futuro ideal. Eso tú lo has abandonado, no te parece? Me dijo SI, eso es verdad.

Le respondí, y entonces que piensas? Cuando se vive entre dos aguas, se vive en la honda equivocada, en eso que llaman ahora, la neofamilia, es decir, esa, incita al hombre a conformar diferentes tipos de relaciones que responden a muchos factores emocionales, sociales y valorativos. Los que allí se encierran, dizque buscan una nueva forma de vivir abandonando a su familias.

El caso es serio, y la situación que vives ahora tiene solución, no pierdas más el tiempo y trata tu mismo de solucionarlo. Eso depende de Ti, aferate a Dios, a su palabra que construye. Ora que yo te acompañaré con mis oraciones.

Siéntate, piensa y reflexiona lo que estas haciendo, acércate a tu esposa, dialoga con ella y perdónense uno a otro con amor y reúnan la familia y comuníquenle que todo ya pasó gracias a Dios.

Tenemos familias armoniosas y modelos cuando en ellas se transpira el amor, la comprensión, el respeto, la solidaridad, la fraternidad, la paz. Allí, se vive bien.

Él, con un corazón más tranquilo, se despidió y se comprometió en contarme lo que podría suceder.

Yo le recalque: Organízate, no se puede vivir entre dos aguas
 
posted by Laureano García Muentes at 6:49 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>